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"Zona del fan"

Pablo Kummetz15 de diciembre de 2006

En Alemania se eligieron las "palabras del año", con las que la lengua recoge y refleja la realidad de la sociedad.

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Una "fanmeile" durante el Mundial 2006.
Una "fanmeile" durante el Mundial 2006.Imagen: AP

El idioma alemán tiene la virtud de poder formar palabras por unión, donde el español necesita una preposición. "Zona del fan" se dice en alemán simplemente "Fanmeile", término formado por "Fan" y "Meile". Y ésa es justamente la palabra del año en Alemania, como se dio a conocer hoy.

El verano de 2006 lo recordarán los alemanes durante décadas. En medio de un calor implacable, miles de hinchas de fútbol sufrieron, rezaron, lloraron y se alegraron en todas las grandes ciudades alemanas frente a enormes pantallas al aire libre, sobre las cuales se proyectaron los partidos del Mundial de Fútbol 2006.

Esos lugares fueron bautizados por los medios de comunicación como "Fanmeile", la palabra que ahora recibió mayores honores de la Sociedad de la Lengua Alemana, una especie de "Real Academia" del alemán.

"La 'Fanmeile' no fue sólo el lugar donde se dieron cita aficionados al fútbol de todo el mundo, sino que reflejó también un nuevo espíritu en el país", dijo Rudolf Hoberg, presidente de la Sociedad de la Lengua.

De práctico en práctico

Como segundo término del año, los especialistas eligieron "Generation Praktikum", un término que refleja también como pocos otros el espíritu de la época en Alemania. "Generation Praktikum" ("Generación Pasantía") se refiere a los jóvenes que, una vez terminados los estudios, no encuentran un trabajo fijo, sino que van pasando de una empresa a otra haciendo "prácticas", naturalmente muy mal pagadas, si lo son siquiera.

En tercer lugar en la lista de palabras distinguidas este año figura "Karikaturenstreit" ("disputa de las caricaturas"). Se refiere a la descomunal gresca que se armó sobre todo en los países islámicos por la publicación de caricaturas de Mahoma en Dinamarca y que dominó los titulares de los diarios durante semanas en Europa.

La palabra número cuatro es una reflexión de la lengua sobre sí misma: "Rechtschreibfrieden" ("paz de la ortografía"): una original creación que se refiere a la también virulenta discusión interna en Alemania entre conservadores y progresistas sobre una reforma de la ortografía del alemán y que casi termina en una batalla de consonantes y vocales, por aquello de que quítame de allí esa coma.

Con el quinto lugar se alzó el término "Prekariat" ("Precariato"), un audaz neologismo derivado de "precariedad" y que recuerda a "vicariato". Así comenzó a designarse en Alemania en 2006 al estrato social que vive en condiciones económicas inseguras y que ha derivado, cómo podía ser de otra manera, en toda una discusión en relación con qué es y qué no es "políticamente correcto".

Estudiantes desnudos

"Bezahlstudium" ("Estudio pago") fue el término en el sexto lugar entre las palabras del año. Reflejó el inicio de los pagos de los estudios por parte de los universitarios, hasta ahora totalmente gratuitos, que generó hasta manifestaciones de estudiantes desnudos por las calles de varias ciudades alemanas, como protesta contra la medida.

Cuando en el verano septentrional de este año un oso apareció en los bosques del sur de Alemania, como salido de la nada, primero se lo bautizó con el nombre de "Bruno" y luego se lo calificó de "Problembär" ("oso que causa problemas"), la palabra número siete en la lista. Efectivamente, a Bruno le dio por llevarse conejos de criaderos e intentar hacerse de la miel de colmenas comerciales. Un tiro terminó con "Bruno" y con el "Problembär", por aquello de que "muerto el oso, se acabó el problema". Ello desató airadas protestas de los defensores de la naturaleza.

El octavo lugar lo ocupó el término "Poloniumspur" ("rastro de polonio"), utilizado para describir el reciente y extraño caso de la muerte del ex agente ruso Litvinenko en Londres, contaminado con el material radiactivo, del que se han detectado restos en aviones comerciales y hasta en varias viviendas de Hamburgo.

La primera "palabra del año", elegida en 1971, fue "heisse Höschen" ("pantaloncitos calientes"), que designó a los inefables "hot pants". Desde entonces, la Academia de la Lengua junta durante todo el año las nuevas creaciones lingüísticas que inventan los medios de comunicación y se ponen a circular entre los germanohablantes. Este año, los lingüistas coleccionaron 500 términos, a los que se agregaron otros 500 enviados por la población. De esos mil términos se eligieron 40, de los cuales hemos expuesto los primeros ocho.

En enero próximo será elegida la "palabra incorrecta" del año, pero no por la Academia de la Lengua, sino por un jurado independiente. Así se hace para no despertar sospechas de parcialidad en un tema tan espinoso. Entre los candidatos se cuenta por ejemplo "Mobile ethnische Minderheiten" ("minorías étnicas móviles"), término inventado para designar a algo tan sencillo y conocido como los gitanos.