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PolíticaEstados Unidos

Trump contra el clima: el futuro de las energías limpias

Martin Kuebler
6 de enero de 2025

Donald Trump se prepara para una nueva presidencia. ¿Cómo será su política climática y medioambiental? Según los expertos en medio ambiente, las perspectivas son sombrías.

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Donald Trump nominó para puestos clave a varios autores del Proyecto 2025, un manual ultraconservador que propone desmantelar las regulaciones ambientales.
Donald Trump nominó para puestos clave a varios autores del Proyecto 2025, un manual ultraconservador que propone desmantelar las regulaciones ambientales.Imagen: Alex Brandon/AP Photo/picture alliance

Donald Trump, un reconocido escéptico del cambio climático, no ha ocultado sus planes para su segunda presidencia.

Sus promesas de campaña y declaraciones tras la reelección son claras: promoverá la extracción de combustibles fósiles, eliminará los beneficios fiscales tanto para vehículos eléctricos como para proyectos de energía limpia, y desmontará las protecciones ambientales existentes. También busca recuperar el dinero aún no utilizado de lo que él denomina la "nueva estafa verde", la histórica ley climática impulsada por el presidente saliente Joe Biden.

Sus planes tienen un sorprendente parecido con las propuestas del Proyecto 2025, una extensa guía de 900 páginas elaborada por la ultraconservadora Fundación Heritage. Y aunque Trump ha intentado marcar distancia públicamente de esta iniciativa, resulta revelador que varios de sus autores hayan sido propuestos para ocupar posiciones estratégicas en su gobierno. 

Un ejemplo notable es Russ Vought, designado como alto funcionario presupuestario. En su contribución al Proyecto 2025, Vought dejó clara su postura: la agenda presidencial debe ser la máxima prioridad.

Explotación de petróleo natural en Dakota del Norte.
El petróleo y el gas de EE.UU. son extremadamente dañinos para el clima debido al fracking. Imagen: Matthew Brown/picture alliance

"Una administración muy destructiva"

Rachel Cleetus, directora de políticas climáticas y energéticas de la Unión de Científicos Preocupados (UCS), no tiene dudas sobre lo que se avecina: "No nos hacemos ilusiones", advierte. "Son anti-ciencia en su núcleo"

En una entrevista con DW, Cleetus expresó su preocupación por la falta de señales positivas del nuevo gobierno. No hay indicios de que vayan a utilizar la investigación climática científicamente validada para desarrollar políticas que beneficien al público.

"En lugar de juicio independiente y experiencia, hay mucha lealtad casi sectaria a un presidente que ha tomado una postura muy dura contra la energía limpia, completamente sometido a los intereses de los combustibles fósiles", señaló.

El panorama es especialmente preocupante porque Trump tendrá pocas limitaciones: cuenta con el respaldo de ambas cámaras del Congreso y una Corte Suprema de mayoría conservadora, al menos hasta las elecciones de 2026. "Todo eso junto, es un panorama muy sombrío", dijo Cleetus.

Recortes presupuestarios, leyes debilitadas en la Agencia de Protección Ambiental

Para dirigir la Agencia de Protección Ambiental (EPA), Trump ha elegido a Lee Zeldin, excongresista de Nueva York con un historial preocupante: durante su mandato, se opuso sistemáticamente a la protección ambiental y a las inversiones en energía limpia. Una ONG que rastrea el apoyo político a las políticas verdes le dio una puntuación del 14 % por su historial de votación.

Trump asegura que Zeldin "liberará el poder de las empresas estadounidenses" mientras mantiene "los más altos estándares ambientales". Sin embargo, se espera que el nuevo jefe de la EPA desmantele las regulaciones introducidas por Biden sobre contaminación del aire, agua, perforación y sustancias tóxicas, repitiendo lo ocurrido en 2017 cuando Trump sucedió a Obama.

"Prometen aire y agua limpios, pero planean eliminar todas las normas que protegen la salud pública y el medio ambiente", advierte Cleetus. "Están hablando de recortar presupuestos y el personal en todas estas agencias".

El plan es radical. Según dijo Mandy Gunasekara, exjefa de gabinete de la EPA con Trump y colaboradora del Proyecto 2025, a The New York Times en octubre, la intención es "derribar y reconstruir" la agencia. Vale recordar que, durante el primer mandato de Trump, la EPA perdió más de 1.100 empleados y se vieron debilitadas más de 100 regulaciones ambientales.

Los grupos ecologistas están alarmados. Ben Jealous, director de la organización ambiental Sierra Club, afirma que esta nominación "revela las verdaderas intenciones de Trump: vender nuestra salud (...) y nuestro futuro a los contaminadores corporativos".

De acuerdo con Abigail Dillen, presidenta de Earthjustice, la EPA necesita un líder experimentado que defienda el clima y proteja a las comunidades de la contaminación. "Zeldin no es esa persona", aseguró. 

"¡Perforen, perforen!"

La promesa estrella de Trump en campaña fue impulsar la extracción de combustibles fósiles, un sector que ya registra ganancias récord. Siguiendo la línea del Proyecto 2025, promete restaurar la "independencia energética" de Estados Unidos y reducir a la mitad los precios de la energía.

Trump quiere impulsar la extracción de petróleo y gas natural en EE. UU., a costa de las energías renovable.
Trump quiere impulsar la extracción de petróleo y gas natural en EE. UU., a costa de las energías renovable.Imagen: Gary Kazanjian/AP/picture alliance

Para dirigir el Departamento de Energía, Trump ha nominado a Chris Wright, CEO de Liberty Energy, una empresa especializada en fracking y gas natural. Wright, conocido escéptico del cambio climático, defiende fervientemente los combustibles fósiles y afirmó en un informe reciente que "no existe tal cosa como energía 'limpia' o 'sucia'".

"Trump está llenando su administración con ejecutivos de algunas de las corporaciones de combustibles fósiles más grandes", escribió el Sierra Club en su sitio web. "Quieren flexibilizar las regulaciones, revertir el progreso de la energía limpia y destruir nuestro planeta para su beneficio".

Y la industria fósil celebra. Tim Tarpley, presidente del Energy Workforce & Technology Council, anticipó que la nueva administración acelerará el fracking en tierras federales y agilizará los permisos para proyectos petroleros, incluso en el Golfo de México.

Trump apunta contra la energía limpia y los autos eléctricos

A partir de enero, Trump apunta contra las energías renovables y los vehículos eléctricos. Su objetivo es eliminar los mandatos federales que reducen emisiones y cancelar los créditos fiscales para energía limpia y coches eléctricos establecidos por la Ley de Reducción de la Inflación (IRA) de Biden. Esto a pesar de que estos sectores han generado decenas de miles de empleos.

Trump quiere hacer retroceder la normativa y las medidas de apoyo que fomentan la movilidad eléctrica.
Trump quiere hacer retroceder la normativa y las medidas de apoyo que fomentan la movilidad eléctrica.Imagen: Nancy Kaszerman/ZUMA Press Wire/picture alliance

Sin embargo, los analistas creen que Trump enfrentará obstáculos. Muchos fondos ya están invertidos: hay proyectos de litio en California, plantas solares en Texas y fábricas de baterías y coches eléctricos en Georgia. Además, estos empleos bien pagados cuentan con respaldo bipartidista.

Un dato revelador: según un reciente informe de E2, casi el 60 por ciento los nuevos proyectos de energía limpia desde 2022 están en distritos republicanos. Estados como Georgia, las Carolinas, Michigan, Arizona e Indiana –que votaron por Trump– se beneficiarán de inversiones que aportarán más de 400 mil millones de dólares a la economía estadounidense.

Según Cleetus, desmantelar la IRA sería destructivo, en vista del auge de las energías renovables en China, India y Brasil. "Estados Unidos podría quedarse atrás en la revolución energética global". Y agrega: "Habría fuerte resistencia de estados, empresas y trabajadores".

Los problemas climáticos son cada vez más difíciles de ignorar

Si bien los expertos ambientales están alarmados por los planes de Trump, los cambios no serán inmediatos. El proceso de desmantelar regulaciones es complejo y enfrenta numerosos obstáculos administrativos y legales. "Hay muchas cosas que no se pueden deshacer solo con la firma de un bolígrafo", advierte Cleetus.

Aunque Trump planea emitir múltiples órdenes ejecutivas en su primer día, estas podrían enfrentar retrasos por desafíos legales y legislativos, incluso sin necesitar la aprobación del Congreso.

El escenario internacional también es diferente ahora. Estados Unidos no podrá ignorar fácilmente los problemas ambientales como lo hizo durante el primer mandato de Trump, ni siquiera con su plan de abandonar nuevamente el Acuerdo de París.

"El clima se ha convertido ahora en un tema de primer nivel en la diplomacia global", señala Cleetus, destacando cómo se entrelaza con el comercio, la seguridad y la economía. "Muchos, muchos países en desarrollo, países de bajos ingresos, están enfrentando impactos absolutamente catastróficos del cambio climático. Y así, EE. UU. encontrará difícil separar sus intereses geopolíticos del clima".

(few/ers)