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Tambalea la principal meta fiscal alemana

8 de diciembre de 2002

El Ministro de finanzas de Alemania ofrece nuevos argumentos a sus críticos. Duda si puede cumplir la meta de un equilibrado presupuestario en el 2006. Contradice así su reciente promesa hecha a la Unión Europea.

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Hans Eichel, el Ministro de finanzas de Alemania.Imagen: AP

Justo cuando el debate presupuestario en Alemania parecía estar cediendo su lugar a otros temas, como la Navidad, o la agenda global, resucitan las malas noticias sobre el estado de salud de las finanzas públicas. Una semana antes de presentar su programa de ahorro ante la autoridad monetaria en Bruselas, el Ministro de finanzas, Hans Eichel, reconoce que el futuro sigue siendo incierto.

El programa de estabilidad

Como es sabido, las proyecciones no pueden considerar desarrollos imprevistos. Dada la delicada relación de fuerzas actual entre el déficit, el desempleo, la necesidad de ahorro público y la ansiada recuperación de la confianza entre consumidores y empresarios, las autoridades alemanas admiten indirectamente que la meta de "cuentas en cero" para el 2006 podría ser algo arriesgada. Desde Berlín se ofrece como "peor escenario", un déficit de 0,5% del Producto Interno Bruto (PIB).

Al mismo tiempo, la ruta delineada hacia un equilibrio fiscal se mantiene sin cambios. En el 2003 la economía alemana podría crecer 1,5%. Entre los años 2004 y 2006, Eichel prevé un crecimiento anual promedio de 2,25% del PIB. Para el déficit presupuestario, esta evolución significa una disminución a 2,75% en el 2003, a 1,5% en el 2004, y así, paulatinamente, a 1% en el 2005 hasta lograr el equilibrio en el 2006.

¿Táctica electoral?

Según algunos analistas, no es casualidad que el 2006 sea la fecha límite para equilibrar las cuentas públicas. Después de todo coincide con el último año del actual mandato del Canciller socialdemócrata Gerhard Schröder. Pensando en un posible tercer mandato, el bolsillo de la población es un argumento de peso para inclinar a su favor la balanza electoral.

Un tema delicado, ya la reducción del déficit no sólo se alcanza gracias a un crecimiento económico más sostenido. En la actual realidad económica también se debe ahorrar. Así, el Ministro Hans Eichel proyecta recortes o ingresos adicionales de unos 20.000 millones de euros por año. Sin embargo, si el PIB alcanzara 2,5% de crecimiento anual, hasta se podría acumular un excedente presupuestario de 0,5%.

Rendir cuentas ante la UE

Desde la llegada del euro como moneda única para 12 de los 15 miembros de la Unión Europea (UE), el 1 de enero pasado, los países de la Zona Euro deben respetar las normas del llamado Pacto de Estabilidad. La que más debate ha desatado en los últimos meses es el límite de 3% del PIB para el déficit presupuestario. Si se excede de manera sostenida, Bruselas puede imponer una elevada multa al país infractor.

Flaggen vor dem EU Parlament in Brüssel
Imagen: AP

Alemania ya dejó claro que, con un déficit de 3,75%, no cumplirá con esta meta en el 2002. Los planes presupuestarios de Alemania aspiran por lo tanto a lograr un equilibrio ante el electorado en casa por un lado, y ante los guardianes de la estabilidad en Bruselas, por el otro.

Síntoma de honestidad

Es en este contexto que Alemania reconoce ahora que no puede garantizar el cumplimiento de la meta del déficit. Es un síntoma de una honestidad política, un rasgo del cual todos parecían dudar hasta ahora.

Por ahora al menos, no se revisan los planes de ahorro del Gobierno. La interpretación: las autoridades toman muy en serio el descontento popular y las críticas de la oposición, ni hablar de recuperar su prestigio internacional como ejemplo en asuntos de manejo fiscal. La crisis presupuestaria no se desvanece, pero podría ayudar a fomentar la honestidad política.