1. Ir al contenido
  2. Ir al menú principal
  3. Ir a más sitios de DW

¿Cambian las “euro-reglas”?

30 de noviembre de 2002

La estabilidad del euro depende de la disciplina fiscal. Pero ante problemas presupuestarios, Bruselas podría modificar las reglas del juego. ¿Realismo o fracaso económico?

https://p.dw.com/p/2x0L
El Comsisario de Economía de la Unión Europea, Pedro Solbes.Imagen: AP

La Comisión Europea propuso esta semana nuevos lineamientos para la disciplina presupuestaria de los 12 países que conforman la llamada Zona Euro. En el futuro se le prestaría más atención al endeudamiento total de cada país, explicó el español Pedro Solbes, Comisario de economía de la Unión Europea (UE). Es decir, se podrían decidir sanciones para aquellos países cuya deuda total exceda el 60% del Producto Interno Bruto (PIB). En cambio, quienes cumplan con esta regla, podrían beneficiarse de un mayor margen para cumplir el criterio de un déficit presupuestario máximo de 3% del PIB.

¿Reglas demasiado estrictas?

Los tiempos cambian y con ellos, tal vez, las reglas. Hace 11 años los criterios de Maastricht establecían las bases para la convergencia económica de los países europeos, para desembocar en la actual moneda única, el euro, compartida por 12 de los 15 miembros de la UE.

Para integrar el selecto "club del euro", se debían cumplir criterios que establecían niveles mínimos para distintos agregados macroecómicos: los intereses, la inflación, la deuda total y el déficit presupuestario. Maastricht fue exitoso y obligó a que los gobiernos y las economías se acercaran entre ellos. Es la condición mínima para que países con distintas leyes fiscales, niveles salariales y mercados laborales, puedan compartir una misma moneda.

Posiciones encontradas

Si se avanza en los cambios propuestos, los nuevos lineamientos podrían aprobarse en la Cumbre Europea de marzo próximo. Desde hoy, se pueden anticipar las reacciones: desde el júbilo entre ministros de finanzas y responsables de cuentas públicas en municipios, hasta la indignación de los defensores de las reglas de Maasstricht. Para estos, modificar las reglas sería ablandarlas, y temen por la estabilidad de la recién estrenada moneda europea.

En la mira del actual esfuerzo de reformar el Pacto de Estabilidad está el déficit presupuestario, un objetivo difícil de cumplir con una coyuntura europea que sigue sin poder despegar. En este sentido, se cita al Presidente de la Comisión Europea, el italiano Romano Prodi, con las palabras "reglas rígidas son reglas tontas". O bien está la opinión de economistas liberales que van más allá y abogan por eliminar el Pacto de Estabilidad.

¿Oportunismo político?

Los políticos que pugnan por más flexibilidad deben enfrentarse ahora a la acusación del oportunismo político. Querrían interpretar las reglas como mejor les conviene. Los críticos de una modificación del Pacto de Estabilidad temen que sería la antesala para despedirse de precios estables, el euro no podría jugar un papel en los mercados de divisas internacionales.

Los expertos recomiendan estudiar la propuesta de considerar la deuda total de las economías de la Zona Euro, que hasta ahora no había sido considerado mayormente: castigar la superación de 60% del PIB. Pero quienes la cumplan, podrían disponer de mayor flexibilidad en el manejo de su déficit presupuestario, excediendo un poco la barrera de 3% del PIB.

Frankfurt bekommt in der Silvesternacht ein Euro-Denkmal
Imagen: AP

No cambia el lema: ahorrar

El posible cambio de reglas podría cambiar la constelación de los "pecadores fiscales" europeos, aunque la tendencia fundamental seguirá siendo la misma. Alemania es el mejor ejemplo. Su déficit presupuestario supera actualmente 3%. Pero su deuda total está cerca del 60% del PIB. Por lo tanto, el Ministro de finanzas, Hans Eichel, no tiene demasiados motivos para alegrarse.

Por lo visto, los responsables en materia económica se olvidaron de un concepto elemental: ahorrar en épocas de bonanza para días más lluviosos, como los actuales. El problema es que con ahora, una coyuntura a la baja, también deberán ahorrar. Y un menor gasto sólo dará más fuerza a la tendencia negativa del momento. Así, los expertos concluyen que tampoco modificando las reglas se resuelve la raíz del problema, que está en el pasado. Y el pasado, como es sabido, no se puede cambiar.