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¿Se desactiva el conflicto iraní?

7 de noviembre de 2004

Tras arduas negociaciones realizadas en París, Teherán reporta un “acuerdo en principio” a nivel de expertos, que permitiría evitar una escala de la pugna en torno al programa atómico iraní.

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Una estudiante se manifiesta en Irán por el derecho al uso pacífico de la energía nuclear.Imagen: AP

El misterio sigue rondando el resultado de las negociaciones sostenidas este fin de semana por expertos de Alemania, Francia, Gran Bretaña e Irán para desactivar el conflicto sobre el programa nuclear iraní y su capítulo más delicado: el enriquecimiento de uranio. Fuentes de la Unión Europea, citadas por la agencia Reuters, indicaron que se había logrado un compromiso provisional, lo cual corrobora versiones difundidas en este sentido en Teherán.

Cautela oficial

Los europeos, sin embargo, no hablan oficialmente de un acuerdo. Una portavoz del coordinador de la política exterior de la Unión Europea, Javier Solana, se limitó a declarar que las negociaciones concluyeron con “avances sustanciales”, tal como lo había indicado anteriormente el Ministerio de Asuntos Exteriores francés.

De círculos diplomáticos se filtró, sin embargo, algo de información sobre las características que tendría el principio de entendimiento. Por ejemplo, éste contemplaría que Irán desista del enriquecimiento de uranio hasta que se firme un tratado de comercio y cooperación tecnológica con la Unión Europea. No obstante, no se habría establecido un plazo concreto para ellos.

Perspectivas positivas

De confirmarse estas versiones, restaría la aprobación de los respectivos gobiernos para dar curso a un acuerdo, crucial para evitar una escala del conflicto antes de la próxima conferencia de la Agencia Internacional de Energía Atómica, el 25 de noviembre. Todavía parece prematuro alegrarse, pero, al menos, las noticias de este fin de semana dan pie a un moderado optimismo.

Para Teherán, un entendimiento supondría eludir el peligro de que el caso pase a manos del Consejo de Seguridad de la ONU, con la consiguiente probabilidad de que éste aplicara sanciones dolorosas para el país. Y, para los europeos involucrados en este esfuerzo negociador, implicaría un triunfo diplomático relevante, con el que ya pocos observadores contaban realmente. Los próximos días dirán si esta vez logró imponerse la sensatez.