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Saludos de James Bond

eu.28 de febrero de 2004

El espionaje en las altas esferas diplomáticas -algo que sólo se conocía en el mundo de Hollywood- se convirtió de golpe en realidad tras las declaraciones de Clare Short, que han desencadenado una avalancha política.

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La falta de credibilidad es el principal problema de Blair.Imagen: AP

No sorprende que los agentes de Su Majestad hayan espiado al secretario general de la ONU, para así obtener información en un momento en que Gran Bretaña y Estados Unidos pugnaban por un mandato de la ONU para la ofensiva militar en el Golfo. Por otra parte, tampoco sorprenden las declaraciones de Short. Desde que presentó su dimisión en protesta por el curso bélico de Blair, la diputada laborista se ha dedicado a combatir al primer ministro con odio. Quiere ser reelecta y su postura anti-Blair es el medio para ganar estatura, o sea que también persigue intereses propios. Pese a no tener pruebas, ha desatado una nueva tormenta política y eso muestra la vulnerabilidad de Blair: el primer ministro carece de credibilidad y ese es su principal problema. La mayoría de los británicos lo cree capaz de todo y no duda de que su primer ministro haya utilizado cualquier truco para justificar la guerra. La guerra de Irak lo perseguirá por mucho tiempo y Claire Short probablemente no será la última que vuelva a echar leña al fuego.

Refugio en el Central Park

Clare Short
Clare SchortImagen: AP

El viernes, el escándalo había alcanzado mayores proporciones. La emisora de radio australiana, ABC, informó que los dos inspectores de armas en Irak, Richard Butler y Hans Blix, también fueron espiados y no sólo por Gran Bretaña, sino por los servicios de inteligencia de Estados Unidos, Francia y Rusia. Butler declaró a la emisora estar seguro de ello, pues él mismo había visto la transcripción de conversaciones de otros funcionarios. Muy consciente de ello, cuando quería no ser escuchado optaba por ir con su interlocutor a caminar al Central Park o a la cafetería de la ONU. Las líneas telefónicas de Blix fueron interceptadas cada vez que hacía un viaje a Irak.

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Hans BlixImagen: AP

Países del Consejo de Seguridad

Incluso el predecesor de Annan, el diplomático egipcio Butros Butros Ghali, dijo que fue prevenido el día que asumió el cargo de que las líneas telefónicas de su oficina y su residencia serían intervenidas. Butros Ghali fue espiado por los países miembros del Consejo de Seguridad y otros países que estaban en condiciones para hacerlo. Funcionarios en Berlín descartaron categóricamente haber participado en actividades de este tipo. “Sería impensable políticamente que a los servicios secretos alemanes se les ocurriera una medida semejante, dada la investidura del Secretario General de la ONU”, dijo un portavoz del ministerio alemán del Interior.

Un día negro para Blair

UNO Gebäude in New York
Sede de la ONUImagen: AP

En todo caso, el escándalo obsequió al primer ministro, Tony Blair, un ‘día negro’ más de su gestión. Blair reaccionó airadamente pero no desmintió las acusaciones de su ex-ministra. “Las declaraciones de Short son absolutamente irresponsables”, dijo Blair visiblemente alterado, al tiempo que aclaró que las actividades de los servicios secretos se encontraban dentro del marco legal. Para el diario The Independent el asunto es claro. Su edición del viernes se titulaba: “Britain’s spying shame”, aludiendo a la película de Hollywood, “El juego de espías”, con Robert Redford. Con o sin participación británica, pronto Hollywood rodará una película en la sede de la ONU a orillas del río Hudson. El recinto sagrado de la diplomacia internacional será escenario del nuevo thriller del cineasta Sydney Pollack. La actriz australiana, Nicole Kidman, interpretará el papel de traductora que espía a supuestos Estados terroristas. Un portavoz de Naciones Unidas dijo que por primera vez en muchos años, Annan permitió que se filme al interior de la ONU, “para mejorar la mala imagen existente entre la población estadounidense”.