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"Seguimos buscando"

6 de junio de 2003

Estados Unidos rechazó el retorno de inspectores de la ONU a Irak. Ante la fuerte presión internacional por la manipulación de información para justificar la invasión a Irak, Bush promete que "se revelará la verdad".

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En la mira: los argumentos de Blair, Bush y Aznar para justificar la guerra.Imagen: AP

"La coalición de fuerzas de ocupación ha asumido la responsabilidad en la búsqueda y hallazgo de armas de destrucción masiva en Irak", dijo el embajador de Estados Unidos ante la ONU, John Negroponte. "Expertos estadounidenses buscarán intensamente posibles arsenales ocultos y emplearán para ello todas las fuentes de información disponibles", dijo. Las declaraciones de Negroponte, con las que justificó el rechazo de Washington al retorno de inspectores a Irak, se produjeron poco después de que el saliente jefe de inspectores de armas de la ONU, el sueco Hans Blix, realizara su última intervención pública ante el Consejo de Seguridad de la ONU. Blix aseguró que su equipo no encontró en ningún momento armas prohibidas en Irak, pero señaló que eso no quiere decir que no puedan existir.

Continuar las inspecciones

Blix, presidente de la Comisión de las Naciones Unidas para la Inspección, Vigilancia y Verificación del desarme en Irak, -UNMOVIC- presentó su último informe trimestral sobre las labores de inspección en el país árabe. El informe señala numerosas interrogantes en torno a la existencia de armas químicas y biológicas que podría haber en Irak, que no fue posible investigar con el estallido de la guerra. Las inspecciones no redujeron la larga lista de elementos prohibidos cuyo paradero se desconoce, pese a que correspondía a los iraquíes facilitar información que probase su destrucción. Hans Blix expresó su confianza en que ahora, con el nuevo orden establecido en Irak, pudieran reanudarse las inspecciones sin ningún tipo de limitaciones y así llegar a conclusiones más certeras.

Washington en solitario

Según fuentes diplomáticas, Estados Unidos fue el único de los 15 miembros del Consejo de Seguridad que se opone al retorno de inspectores de la ONU. Ni Gran Bretaña, el aliado más estrecho de Estados Unidos en la ofensiva bélica y ahora segunda potencia de ocupación en Irak, no opuso resistencia al retorno de expertos de la ONU. "Ni el aliado más cercano puede hablar por Estados Unidos", dijo el embajador de Londres ante la ONU, Jeremy Greenstock. El presidente George W. Bush, prometió durante una visita a las tropas estadounidenses desplegadas en el Golfo Pérsico, que será revelada la verdad sobre los programas iraquíes de armas de destrucción masiva. "Seguimos buscando", dijo Bush en medio de constantes ovaciones de unos 2.500 soldados en Qatar.

Desacreditada "Coalición de los dispuestos"

Bush y su aliado incondicional, el Primer Ministro británico, Tony Blair, se encuentran desde hace semanas bajo presión. Son cada vez más las voces que acusan a la coalición bélica de haber manipulado los informes sobre el presunto arsenal de Sadam Husein para justificar la invasión a Irak, algo que tanto Washington como Londres rechazan. Sin embargo las ligeras declaraciones del número dos del Pentágono, Paul Wolfowitz, han puesto más leña en la hoguera. Wolfowitz, reconoció que el petróleo fue el principal motivo de operación militar en Irak, según recoge el diario alemán "Der Tagesspiegel", durante un encuentro del subsecretario de Defensa estadounidense con delegados de Singapur en la cumbre de seguridad de Asia. Wolfowitz ya había causado estupor en la opinión pública internacional con sus declaraciones sobre el arsenal de Irak. "Fue una excusa "burocrática con la que se pretendía conseguir apoyo para el ataque", dijo el controvertido halcón del Pentágono.

Pero es Blair, la única figura que gozaba de credibilidad internacional durante los días inminentes a la invasión, quien es ahora blanco de las críticas desde todos los flancos, incluso desde las filas de su propio partido. Blair es acusado de mentiroso y de haber abusado de la confianza de los británicos al exagerar el riesgo que implicaba Sadam, manipulando datos militares para justificar la invasión a Irak.

La polémica estalló hace unos días cuando un alto funcionario de los servicios de inteligencia declaró a la prensa británica que el gobierno había ordenado introducir cambios al documento elaborado por los servicios secretos, entre ellos la referencia de que Irak podría utilizar su armamento "en sólo 45 minutos".

Aznar también en la mira

También la oposición española exigió al gobierno del presidente Jose María Aznar, que explicara donde están las armas de destrucción masiva cuya existencia fue el argumento para apoyar a Estados Unidos. Aznar dijo en Lisboa que la existencia de armas químicas en Irak fue demostrada por los informes de la ONU previos a la intervención y que quienes intentan hacer creer ahora que todo fue una gran mentira, no se han visto favorecidos por la evolución de los acontecimientos.