1. Ir al contenido
  2. Ir al menú principal
  3. Ir a más sitios de DW

Latinoamérica demanda apertura europea

Mirjam Gehrke

Los 48 jefes de Estado y Gobierno de la UE, América Latina y el Caribe, que se reunieron los días 17 y 18 de mayo en la cumbre de Madrid, tuvieron una nutrida agenda de encuentros; sin embargo el balance es pobre.

https://p.dw.com/p/2HFp
El presidente de Brasil, Fernando Henrique Cardoso, junto al jefe de gobierno español, José María Aznar, en Madrid.Imagen: AP

Fue una cumbre de muchas declaraciones de buena voluntad y de intenciones por parte de la UE. Chile sin duda fue la estrella del encuentro, pudiendo suscribir el Acta de Constatación que pone fin a un año y medio de negociaciones de una acuerdo de libre comercio con la UE.

Por su parte, tanto el Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) como la Comunidad Andina (Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela) y también los países centroamericanos tuvieron que contentarse con promesas y proyecciones a corto y mediano plazo.

Compás de espera

La UE ha decidido adoptar una actitud de espera: no habrá nuevos acuerdos de asociación antes de que finalice la ronda de negociaciones de la OMC iniciada en Doha, y que debe terminar por liberalizar el comercio agrícola a nivel mundial. No habrá conclusiones en la materia antes de finales del 2004, probablmente comienzos del 2005.

La reunión a nivel ministerial que celebrarán la UE y Mercosur el mes de julio en Brasilia será por lo tanto un encuentro de trabajo, pero del cual no se prevé que puedan resultar avances concretos. Por parte del Mercosur persiste la incertidumbre respecto del desarrollo o solución de la crisis argentina.

Diferencias dentro de la UE

Mientras, dentro de la UE comienzan a perfilarse diferencias entre Alemania y Francia respecto a la necesidad de llegar a un acuerdo con su contraparte sudamericana a corto plazo. En Alemania, en tanto nación exportadora, son 350 000 los puestos de trabajo que dependen del comercio con Mercosur. Francia por su parte teme abrir el mercado europeo a las exportaciones de carne de vacuno y de trigo provenientes de Argentina, Uruguay y Brasil. La producción de ambos bienes está altamente subvencionada por la administración de Bruselas, y por lo tanto en precio y calidad es poco competitiva con la oferta sudamericana.

Exigencias andinas

La Comunidad andina por su parte formuló durante la Cumbre de Madrid exigencias claras en el sentido de una apertura de los mercados europeos a sus productos así como de las fronteras para los migrantes que buscan trabajo.

¿Cómo erradicar el cultivo de la coca en Bolivia mediante cultivos alternativos, si luego esos mismo productos no pueden ser colocados en los mercados europeos? Sin una mayor apertura por parte de Europa, las economías latinoamericanas seguirán dependiendo de la influencia de EEUU en los organismos financiero internacionales, como es el caso de Argentina frente al FMI.

Raíces europeas

América Latina tiene sus raíces históricas y culturales en Europa, ese fue uno de los mensajes principales que formularon sus máximos representantes en la Cumbre de Madrid. Y de esas raíces se derivan hasta el día de hoy responsabilidades, que la UE debe asumir a nivel político, económico, comercial, cultural y de cooperación.

Si de verdad ambas regiones quieren hablar con una sola voz a nivel internacional, tal como se anunció con miras a la Cumbre de la ONU sobre el desarrollo sostenible de Johannesburgo, la UE debe asumir un compromiso frente a América Latina, que vaya más allá de declaraciones de buena voluntad. La parte que le corresponde a América Latina de ese compromiso transatlántico es la lucha contra la corrupción : sólo si la confianza es recíproca, las relaciones pueden ser sólidas.