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¡Europa, allá vamos!

3 de agosto de 2002

El parlamento turco aprobó un paquete de reformas que refuerzan la democracia y facilitan el camino hacia la incorporación a la Unión Europea. Entre las medidas se cuenta la abolición de la pena de muerte.

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La prensa turca aplaude las reformas. Un titular: "Este parlamento ha hecho historia".Imagen: AP

Casi 22 horas duró la maratónica sesión parlamentaria en Ankara. Pero el esfuerzo valió la pena: la democracia turca comienza a despojarse de sus cuestionadas máculas. Ante todo, ha sido abolida la pena de muerte, quedando restringida sólo a los tiempos de guerra. Aunque en la práctica no se la ejecutaba desde 1984, su existencia constituía un permanente foco de críticas en Europa, al igual que otras disposiciones restrictivas de las libertades individuales.

También en este aspecto se consignan avances relevantes. Por ejemplo, se amplían la libertad de expresión y el derecho a efectuar manifestaciones, al tiempo que se somete a los organismos policiales a mayores controles, para evitar sus excesos. Igualmente mejora la situación de los curdos y otras minorías, que podrán contar con emisiones de radio y televisión en sus propias lenguas. Del mismo se podrá impartir clases en esos idiomas, aunque sólo en establecimientos educacionales privados.

Candidato serio

"Europa, allá vamos", tituló el periódico Milliyet, comentando que la Unión Europea deberá tomar ahora en serio las aspiraciones de incorporación de Turquía. "La aprobación de estas reformas pondrá a prueba la seriedad de las intenciones de la UE. Ha llegado su turno de actuar", apunta el rotativo.

La solicitud de adhesión turca se encuentra desde 1987 en las actas de Bruselas, sin que hasta ahora se hayan emprendido negociaciones. Hace tres años se clasificó sin embargo a Ankara como potencial candidato. A juicio del Comisario para la ampliación de la UE, Günter Verheugen, esta clara perspectiva es la que ha posibilitado los cambios internos en Turquía.

La reacción de Bruselas

La Comisión Europea aplaudió desde luego las noticias, calificándolas como una señal importante de que la mayoría de los dirigentes trucos están resueltos a seguir aproximándose a los parámetros y valores de la UE. Sin embargo, en Bruselas se mantiene la cautela y se continuará observando con atención el proceso. Aún queda bastante trecho por recorrer y aspectos que limar en la democracia turca.

El paso dado por el parlamento constituye, no obstante, un éxito indiscutible para los sectores europeístas. Y sin duda será un importante incentivo para la campaña de los partidarios de las reformas, que tendrán que volver a medirse en las urnas con los dirigentes nacionalistas dentro de un par de meses.

Por lo pronto, el país también espera cosechar dividendos económicos, dado que una liberalización probablemente incrementará la confianza de los inversionistas extranjeros y contribuirá a superar la peor crisis de los últimos 50 años. Los primeros signos son positivos: el viernes, cuando se perfilaba ya la aprobación del paquete de reformas, subieron tanto la moneda como las acciones en la bolsa turca.