El bote está lleno

El diario centro liberal Tagesspiegel de Berlín, señala: “¡El bote está lleno! No es la consigna prevista por alguna organización humanitaria para su próximo reportaje televisivo. Se trata del sentir de muchos países de Europa. Aunque los africanos desembarcados en Sicilia realmente provengan de Sudán, de el polvorín de Darfur, la peor crisis en la región, ni siquiera entonces sería seguro que obtendrían asilo en la Unión Europea. ¿No sería un mejor camino levantar un campo de refugiados en los países vecinos de Sudán, en donde las víctimas pudieran sobrevivir y ejercer presión política para volver a Darfur? El conflicto en torno al destino del barco de refugiados puede tener un efecto positivo, que es llamar la atención sobre el genocidio que tiene lugar en Sudán, que obligue a actuar a los gobiernos occidentales”.

Distribuir la carga

El diario de orientación liberal de izquierda, Sueddeutsche Zeitung, del sur de Alemania, escribe: "El mecanismo del derecho de asilo en la Unión Europea es simple. Pese a que no hay estándares comunes en la UE, según los acuerdos de Dublín, el proceso de asilo es competencia de aquel país de la UE que es alcanzado por primera vez por el refugiado. Si éste es ‘pescado’ en alta mar, fuera de aguas territoriales, el Estado responsable es aquel adonde el barco arribe. Es aquí donde comienzan las dificultades prácticas. ¿Que hacer cuando no hay claridad en los hechos? ¿Que hacer cuando los países responsables no aceptan los hechos? Las regulaciones estipuladas en los tratados de Dublín afectan particularmente a los Estados miembros ‘débiles’, como Malta. Por ello resulta necesario el desarrollar un proyecto para distribuir la carga en materia de asilo. Algo que el Comisario para los Refugiados, Ruud Lubbers, ha propuesto hace tiempo”.

Espectáculo indigno

El rotativo de centro, General Anzeiger, de Bonn, destaca: “Considerando la complicada ley de derecho al asilo en Europa, la ayuda no significa propiamente eso. El líder de la organización Cap Anamur, Elias Bierdel, se ha percatado en carne propia de esta paradoja. Alemania también rechazó otorgar asilo a los refugiados. Eso se lo agradece Italia a su manera desquitándose con los refugiados mismos. El tira y afloja es un espectáculo indigno y confirma que, a final de cuentas, Europa no es el cabo de la buena esperanza”.