1. Ir al contenido
  2. Ir al menú principal
  3. Ir a más sitios de DW

CDU resuelta a recuperar el poder

ers.17 de junio de 2002

Unidad y competencia. Es la imagen que se propone proyectar la Unión Cristianodemócrata-Cristianosocial en el congreso del partido, en Fráncfort del Meno, al inicio de la segunda fase de la campaña electoral alemana.

https://p.dw.com/p/2Qbn
La presidenta de la CDU, Angela Merkel, habla ante el congreso del partido, en Fráncfort.Imagen: AP

Las encuestas son levemente favorables para la Unión Cristiano Demócrata (CDU) y la Unión Cristiano Social (CSU- la rama bávara del partido). Pero los últimos sondeos indican que la tendencia empieza a revertirse. Quizá por eso, dentro de las filas demócratacristianas hay quienes parecen comenzar a sentir temor de la propia osadía.

Faltando menos de 100 días para las elecciones parlamentarias federales, surgen voces que aconsejan no anunciar "crueldades" que puedan espantar al electorado. Indican que no resulta conveniente incrementar la inseguridad de la población, proclamando un excesivo ímpetu reformista. Máxime cuando tales reformas implican, en su gran mayoría, la reducción de prestaciones sociales del estado.

Las advertencias no son del todo desinteresadas. Provienen básicamente de estados federados en los que habrá elecciones a comienzos del 2003.

Kohl reaparece

En la cúpula se intenta poner sordina a la discusión, calificada de "debate fantasma". La consigna es la cohesión. Ese espíritu de unidad quedó plasmado por ejemplo con la cálida acogida brindada al ex canciller Helmut Kohl, quien no tomaba la palabra en un congreso cristiano-demócrata desde 1999. Es decir, desde que el escándalo en torno a las cuentas secretas del partido lo pusiera a él en entredicho y al partido en apuros.

Kohl, quien gobernó Alemania por 16 años, aún no ha revelado el origen de una donación que no siguió los cauces legales. Pero aquella controversia, al igual que la disputa interna en la que se impuso la actual jefa de la Democracia Cristiana, Angela Merkel, ha quedado atrás. Es tiempo de campaña electoral.

La Unión Cristianodemócrata-Cristianosocial se dispone a cerrar filas para recuperar el poder el 22 de septiembre, de la mano de su candidato a la cancillería, Edmund Stoiber. Una meta que consideran alcanzable, con los vientos europeos a favor de la derecha y el desencanto local ante las promesas incumplidas por el actual gobierno socialdemócrata-verde. La principal causa de la desazón es la alta cifra de desempleados, que sigue bordeando los cuatro millones en el país.

La propuesta cristianodemócrata

La estrategia demócratacristiana en la materia apunta, básicamente, a una mayor desregulación del mercado laboral. Por ejemplo, propone que los desocupados de más edad puedan renunciar a las cláusulas de protección contra el despido, para facilitar su contratación en un nuevo trabajo.

El jefe de la bancada parlamentaria de la CDU, Friedrich Merz, llegó más lejos de lo que plantea el programa en este punto. Aboga porque se discuta "sin prejuicios" sobre la ayuda a los desempleados, la ayuda social y las condiciones bajo las que se entrega.

En materia económica, el programa contempla rebajar los impuestos de la categoría máxima, del 48 al 40% y rebajar las erogaciones sociales de los empleadores en cerca de un 1,5%. A ello se suman los planes de una reforma educacional y de salud. Y, en política familiar, se proyecta incrementar la ayuda a las familias con hijos.

La réplica de sus detractores es simple: estos planes no se podrían financiar sino a costa de mayores recortes en la seguridad social. Tal es la noticia "cruel" de la que los más cautos preferirían preservar al electorado.