Cambio de estafeta en el BCE

El banquero francés, que ha gobernado durante diez años el Banco de Francia hereda a partir del 1 de noviembre se enfrentará a nuevos retos durante sus ocho años de mandato. Los expertos no esperan cambios radicales en la política monetaria de la zona con la llegada de economista francés, de 60 años, ya que ésta no depende sólo del presidente de la entidad europea.

Las decisiones de política monetaria corresponden al consejo en su conjunto. Aun así sin duda su manera de dirigir influirá la entidad. Los expertos opinan que Trichet es más diplomático y discreto que Duisenberg, que le preocupan más las formas y el detalle que a su antecesor. Pero también opinan que Trichet tiene un carácter menos dado al consenso que Duisenberg, quien estaba dispuesto a sacrificar a veces lo sustancial en aras del acuerdo.

Fase de recuperación

Trichet llega a la cúspide del Banco Central Europeo (BCE) en un momento delicado en el que la economía del área empieza a repuntar, pero sin haber asentado todavía su recuperación. La economía de los Doce decreció en el tercer trimestre de este año un 0,1%, si bien las previsiones apuntan a una progresiva recuperación a lo largo de 2004. Sus primeros tres países, Alemania, Francia e Italia, se hallan en recesión.

Uno de los principales riesgos para esta incipiente tendencia al alza es el cambio del euro frente al dólar. Una moneda fuerte encarece las exportaciones fuera del área y perjudica especialmente a países con perfil exportador como Alemania, primera economía de la eurozona. La divisa europea inició a principios de año una veloz carrera alcista que le llevó hasta los 1,1932 dólares en mayo, un nivel al que se ha acercado últimamente. Los expertos no descartan una brusca caída del dólar que empujaría de nuevo a euro.

¿Ayatolá del euro?

Trichet, que durante una década al frente del Banco de Francia se ganó el apodo del ‘Ayatolá del franco’ por su defensa de una moneda gala fuerte, no intervendrá, posiblemente, en los mercados de divisas, pero sí puede limitar los efectos de un desplome del dólar mediante una comunicación clara y adecuada ante los mercados. En este sentido, los analistas creen que el banquero francés demostrará más habilidad y sensibilidad hacia el tipo de cambio de la moneda que Duisenberg, cuyas declaraciones públicas han provocado bruscos vaivenes del euro en más de una ocasión. Lo que nadie duda es que Trichet será un firme defensor de la estabilidad de precios y del Pacto de Estabilidad, que este año incumplirán con creces Francia y Alemania, las dos primeras economías del área.

Durante su mandato, que finalizará en 2011, es muy posible que Trichet tenga que gestionar las primeras candidaturas de los diez nuevos miembros de la UE para incorporarse al área. Aunque el momento de su ingreso en el euro es difícil de determinar, por el desfase de los criterios de convergencia con el resto de la zona, el BCE ya ha preparado un plan de reforma que prevé un complicado mecanismo de rotación de votos en el consejo de gobierno de la entidad, que no facilitará la labor del presidente.