Mr. Euro se despide
2 de octubre de 2003
El inicio de su periodo al frente del Banco Central Europeo, el 9 de junio de 1998, se vio ensombrecido por las disputas que acompañaron a su nombramiento. Oficialmente se había elegido a Willem Frederik Duisenberg por 8 años. Sin embargo, Francia no estaba muy convencida de la elección del economista y ex ministro de Finanzas holandés. París demandó la imposición de su enviado al frente del BCE. Después de interminables negociaciones, Duisenberg aceptó un retiro anticipado. Ya entonces se nominó como su sucesor al jefe del Banco Nacional francés, Jean-Claude Trichet. Inicialmente debía reemplazar a Duisenberg en el 2002, pero su llegada se postergó un año debido a un escándalo financiero francés.
Duisenberg asumió en el 98 un trabajo difícil al aceptar encargarse de la introducción del euro, en doce países de la Unión Europea. Un esfuerzo logístico sin comparación que tuvo éxito en buena medida gracias a los esfuerzos de Wim Duisenberg.
Inflación controlada
Después de su llegada el euro inició una carrera descendente frente a las principales divisas internacionales. Imperaron las críticas y la burla, especialmente por parte de países que no pertenecían a la Unión Europea. También los expertos de los mercados financieros criticaron duramente al economista holandés.
En la actualidad las voces críticas se han acallado. Wim Duisenberg logró imponer las metas del Banco Central Europeo. El encarecimiento a nivel europeo se sostuvo alrededor de un 2 por ciento y los precios se mantuvieron estables. El BCE logró incrementar la confianza de la población en el euro. Una tasa de inflación tan reducida sólo se conocía de los países del sur europeo. De ahí que muchos economistas coincidan en calificar de exitosa la política monetaria de Duisenberg.
Árbitro estricto
Al principio de su periodo, Duisenberg tuvo que enfrentarse a los temores en el sentido de que el BCE no lograría mantener su independencia frente a algunas naciones de la Unión Europea. Sin embargo, pronto se demostró que estos temores eran infundados. Duisenberg se impuso y especialmente Francia y Alemania, continuos infractores de los criterios de Maastricht, han sido amonestados en no pocas ocasiones por hacer peligrar el Pacto de Estabilidad y Crecimiento Económico.
Ocho de los doce países que han asumido el euro han cumplido con las reglas que establece el Pacto de Estabilidad. Sólo Alemania, Francia, Italia y Portugal no las han logrado cumplir. Duisenberg indicó que en épocas difíciles no se pueden cambiar las reglas del juego.
Lo mismo que la imagen de Duisenberg también el euro se fue fortaleciendo. Después de una fuerte caída frente al dólar -que lo llevara a un nivel de 0,83 euros por dólar, actualmente se cotiza en 1,15 dólares por euro. Esto ha hecho callar a los euro-escépticos. Ahora le tocará a Trichet demostrar sus habilidades y con seguridad no le será fácil poder cosechar la misma simpatía y aplausos que ha conseguido Wim Duisenberg.