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Calor en la ciudad: ¿ayudan los corredores de aire frío?

Gero Rueter
16 de julio de 2024

En muchas ciudades hace un calor insoportable en verano debido a las zonas cerradas, los edificios, el cemento, la poca vegetación y el aumento de las temperaturas. ¿Cómo ayudan los corredores de aire frío?

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Paisaje de montañas y colinas, con cultivos, por donde corre un río.
En las laderas de colinas y montañas, en las cimas y en los valles se generan corrientes de aire frío.Imagen: Mustafa Kilic/Anadolu/picture alliance

Las ciudades se calientan especialmente en verano de manera intensa. En el cemento y el asfalto, el calor del sol se almacena durante un largo tiempo, de modo que las noches son también muy calurosas. Las llamadas noches tropicales, con temperaturas por encima de los 20 grados, impiden tener un sueño saludable. ¿Podrían los corredores de aire frío ser una solución?

¿Qué son los corredores de aire frío?

En la afueras de las ciudades la temperatura nocturna es mucho más baja que en los centros urbanos, y en noches sin nubes en verano pueden llegar a los 15 grados centígrados.

Las ciudades pueden beneficiarse de eso con los llamados corredores de aire frío, por donde el aire a baja temperatura pasa hasta llegar a los centros urbanos calentados por el sol. Los pasillos fríos son, por ejemplo, franjas verdes, ríos, lagos, vías de ferrocarril y calles amplias o avenidas con vegetación y arboledas.

El aire frío fluye a unos pocos centímetros del suelo, por lo cual las presas y los edificios obstaculizan la entrada de ese aire. Por lo tanto, al diseñar las ciudades, esos corredores de aire frío deberían mantenerse lo más despejados posible para que puedan brindar refrigeración.

¿Por qué en las afueras se genera aire frío en la noche?

Los motivos son simples: en las afueras de las ciudades, en lugar de cemento y asfalto hay tierra, arena y prados, y estos no almacenan el calor del sol hasta la noche.

Además se produce aire frío debido a la evaporación de agua en las hojas de las plantas, de las que hay más cantidad en los lugares menos edificados. Sobre todo después de que baja el sol, cuando hay pocas nubes, las zonas campestres se enfrían más rápido, en especial en superficies de prados y cultivos con algunos árboles, como los campos de árboles frutales, y los suelos arenosos, arcillosos y de turba.

Edificios en el centro de la ciudad de Lima.
La ciudad de Lima sufre por el calor y la humedad debido a la edificación y a que hay pocas superficies verdes. Las montañas en las afueras de la ciudad serán reforestadas para mejorar la calidad del aire.Imagen: DW

¿Cómo llega el aire frío a la ciudad?

Muy importante en todo esto es la topografía. El aire frío es más pesado que el aire caliente y se junta directamente sobre el suelo de, por ejemplo, un prado. Si ese prado se encuentra sobre una montaña, o sobre la ladera de una colina o montaña, circula con más fuerza hacia abajo, y así se genera una corriente de aire frío.

Por eso, las ciudades ubicadas en una ladera o en un valle pueden sacar provecho de ese viento refrescante. A través de los pasillos de aire, este llega hasta la ciudad, donde empujan al aire caliente, que asciende, mientras el aire frío refresca las calles y los edificios.

La ciudad de Stuttgart, en el sur de Alemania, está localizada en un valle y quiere conseguir un sistema de circulación de aire con sus pasillos de aire frío. La obtención y conservación de ese corredor de aire frío se incluye en los nuevos planes de construcción.

Siluetas de edificios en la ciudad de Fráncfort a orillas del río Meno, a la hora de la puesta del sol.
El recorrido del río Meno, en la ciudad de Fráncfort, es un corredor de aire frío: a través del agua fría llega aire fresco al centro urbano.Imagen: Florian Gaul/greatif/picture alliance

¿Qué pueden hacer las ciudades para obtener aire frío?

La importancia del aire frío de los alrededores para enfriar los centros urbanos está recibiendo cada vez más atención en todo el mundo. En Alemania muchas ciudades y regiones han preparado los correspondientes análisis climáticos, que también están disponibles para grandes ciudades como Nueva Delhi, Lima, Lagos, Seúl, Melbourne y Portland.

De eso se encargan meteorólogos medioambientales, que miden las temperaturas y las corrientes de viento en distintos lugares de la ciudad y sus alrededores, alimentan programas informáticos especiales y crean así un atlas climático muy detallado para la ciudad en cuestión.

Basándose en estos datos, las ciudades pueden decidir no edificar en los corredores de aire fresco, mejorarlos y aumentar así el enfriamiento natural en el área circundante.

Además, las ciudades pueden tomar medidas adicionales para bajar significativamente las temperaturas, reducir el número de noches tropicales y mejorar así la calidad de vida. Estas medidas incluyen la apertura de ciertas zonas, plantar árboles en las calles, usar menos motores a combustión (que producen mucho calor residual), construir tejados y fachadas más verdes, más parques y superficies con agua, crear lugares con sombra y hacer que las fachadas y las calles de colores lo más claros posible.

(cp/ers)