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Botella, ¿con genio?

mb23 de septiembre de 2003

Intentando abandonar su imagen de muñequita, Christina Aguilera entró en la de "bomba sexual". Su espectáculo se ha vendido bien en Alemania. Incluso se le reconoce calidad a su voz. Nada desdeñable para una cantante.

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Christina Aguilera en Hamburgo, con un poco más de tela en su atuendo.Imagen: dpa

Aunque sólo 8000 de las 12000 entradas disponibles se vendieron, el concierto con el que Christina Aguilera inauguró en Hamburgo su primera gira por Europa, ha sido un éxito. Y no sólo porque el público la vitoreara, también los comentarios de la prensa especializada reconocen el potencial de su voz.

Programa de reina

El programa de "X-tina" empezó con "Dirrrty", de su último álbum "Stripped", pero no faltaron los grandes éxitos que durante los cuatro años de su carrera han hecho de esta newyorquina de padre ecuatoriano y madre irlandesa, una "pop queen" internacional. Berlín, Dresde, Colonia, Stuttgart, Múnich y Fráncfort serán las ciudades en las que se presentará la espectacular veinteañera, cuyo programa recibe en la prensa alemana el elocuente calificativo de "caliente".

Christina Aguilera
Imagen: AP

Cambio en la imagen

Y a pesar de todo su éxito, Aguilera quiere alejarse de la imagen de muñequita. Así lo lo había anunciado públicamente, y así lo hacen notar tanto los acentos de rock que puso en sus baladas, como el hecho de que su vestimenta súper sexy se vio complementada por vestidos con un aura de los años 50, o con simples vaqueros y camiseta. Esta última tenida la escogió para "Beautiful", el himno del amor propio femenino.

Pero, al parecer no a todos les quedaron claras las intenciones de la ahora pelinegra Aguilera. "Ésa no es ella", comentaron unos; "todo su show se basa en sexo", dijo un joven admirador.

"El primer álbum ofreció todo lo que uno puede hacer siendo cantante rubia; cuando iba a hacer el segundo yo sabía que sería una obra oscura, y por eso me teñí el pelo de negro", declaró Christina al semanario Spiegel.

Estrella artificial

"Yo soy una artista verdadera, no una muñeca que canta", había declarado la cantante a la prensa mientras contaba los piercings de su estómago descubierto, haciendo vano el intento de ser tomada "en serio". Y es que los paradigmas del pop han cambiado, y llegar a ser una "super star" no implica genialidad. Si los tiempos van mal, cualquiera puede arremangarse, participar en alguno de esos programas de búsqueda de personajes estelares, y serlo.

No lo hizo diferente Christina Aguilera. Hay que darle, eso sí, gusto a todo el mundo. A ello se deben los cambios de papel de Aguilera, "una trabajadora de la escena sexual en Dirrrty, la esforzada moralista en Beautiful y la anhelante polillita en "Fighter", describe un analista de pop y se pregunta si con "Genie in a Bottle" se saltará de una vez por todas el corcho.