El retorno de los ídolos
18 de diciembre de 2002
La industria alemana de la música pop perdió terreno a nivel internacional, quedando en el cuarto puesto, tras Estados Unidos, Francia y Japón. Pero, pese a las turbulencias financieras, este año que termina también tuvo aspectos positivos para los grupos y cantantes germanos, que lograron más puestos que nunca en los rankings nacionales.
El 2002 fue un año de reencuentro con los grandes del pop alemán, presentes desde hace casi dos décadas en los escenarios, como Herbert Grönemeyer, Marius Müller-Westernhagen o Nena, famosa hace 2 décadas con sus "99 Globos". Fueron ello los que arrasaron con cuanto laurel había por conquistar.
Un himno al ser humano
Con dos millones de discos vendidos, Grönemeyer representó más que un rayito de esperanza para la alicaída industria discográfica. Para el cantautor, el éxito constituyó un acto personal de liberación del duelo por la muerte de su mujer, Anna, y de su hermano. Su single "Mensch" (Hombre) es para muchos un llamado al valor y esperanza. Müller-Westernhagen, por su parte, no se quedó a la zaga. Su nuevo álbum, "In den Wahnsinn" (En la locura) lanzado con una intensa campaña de promoción, logró incluso situarse una semana en el número uno de las listas de ventas.
Duro fue en cambio el camino para los debutantes. Con una excepción: Elmar Brandt, un imitador del canciller Gerhard Schröder, saltó a la fama de un brinco con la canción de los "impuestos". Una parodia musical en la que, utilizando la melodía del hit de "La hijas del Tomate", satiriza la voracidad tributaria del gobernante alemán. Aparte de este episodio no hay mucho que decir. Las malas lenguas afirman incluso que el hip hop alemán ha muerto. Quizá por eso se adueñaron de los rankings tantas reediciones de temas clásicos del pop.
Los rockeros de siempre
En el escenario internacional dominaron el terreno los rockeros que han pasado la frontera de los 50. Bruce Springsteen se encumbró al primer lugar de ventas, no sólo en su patria, con los sones patrióticos de su álbum The Rising, en el que elabora a su modo el shock de los atentados del 11 de septiembre. Su gira con la legendaria E Street Band, revivió igualmente su fuerza de antaño.
También Carlos Santana convenció en los escenarios de Europa, antes de presentar en otoño su nuevo álbum "Shaman". Sólo pocos astros jóvenes logran hacerle el peso al legendario guitarrista, de 55 años de edad. Entre ellos se cuentan la joven canadiense Avril Lavigne y la cantante colombiana Shakira, que acaba de ofrecer un exitoso concierto en Colonia. Con su estilo desinhibido y franco, figuras de esta talla han puesto bajo fuerte presión a cantantes como Britney Spears o Christina Aguilera. Esta última ha dado más que hablar por un piercing íntimo que por su música, también entre el público alemán.