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Año negro para el comercio

26 de diciembre de 2002

Las ventas navideñas no fueron tan jugosas como esperaban los comerciantes alemanes tras haber sufrido durante todo el año los embates de la crisis económica, traducida en un perceptible retroceso del consumo.

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Los regalos de Navidad no bastaron para revertir la tendencia negativa del comercio.Imagen: FreeFoto

Para los comerciantes alemanes ha llegado la hora de hacer el balance de fin de año. Los resultados dejan bastante que desear, aunque lógicamente las ventas se incrementaron para las fiestas navideñas. Pero dicho repunte no alcanzó a cumplir las expectativas, según indicó el portavoz de la Confederación Alemana del Comercio Minorista (HDE), Hubertus Pellengahr. Ahora, las esperanzas del sector se cifran en los pocos días hábiles que quedan de este 2002, ya que entre Navidad y Año Nuevo suele registrarse bastante actividad. "No todo está perdido aún", afirma el representante del ramo, poniendo buena cara al mal tiempo.

Fuerte retroceso

Sin embargo, las compras de última hora no podrán compensar las bajas registradas durante el año que termina, calificado por los comerciantes alemanes como uno de los más difíciles de la postguerra. El volumen de ventas, que en el 2001 se elevó a cerca de 380 mil millones de euros, sufrió en el 2002 un retroceso de aproximadamente el 2,5%. Tampoco las perspectivas para el 2003 son muy alentadoras, según el Pellengahr.

La HDE calcula que la reducción de las ventas se traducirá en la pérdida de unos 60 mil puestos de trabajo, sumando los de este año y el próximo. El pesimismo del sector obedece básicamente a que escasean los indicios concretos de una reactivación económica y al aumento de algunos impuestos. Pero hay también algunos aspectos favorables en el horizonte: por ejemplo, la discusión sobre prolongar los horarios de apertura del comercio.

Resistencia al consumo

Pero de poco sirve que las tiendas están abiertas, si el público se resiste a consumir. Y eso es lo que ha ocurrido notoriamente este año en Alemania. Entre las razones comúnmente aducidas se cuenta el alza de los precios registrada desde la entrada en circulación del euro, que los ciudadanos comunes perciben en sus bolsillos, aunque las estadísticas la desmientan.

Así las cosas, los alemanes no sienten mucha inclinación a gastar. El portavoz de la Confederación del Comercio Minorista atribuye al gobierno la responsabilidad por el clima de inseguridad, que induce a la población a ahorrar, por temor a lo que pudiera ocurrir. Otros, en cambio, estiman que lo comerciantes tienen buena parte de la culpa, por haber aumentado sus precios en forma desproporcionada.