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Asunto de confianza

27 de octubre de 2002

Una atención sin precedente despertaron en Europa las alternativas de las elecciones presidenciales brasileñas, pese a que "Lula" da Silva ha logrado despojarse, en buena medida, de su imagen de "terror de los mercados".

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Lula, seguro del triunfo, durante la campaña electoral.Imagen: AP

El suspenso en torno a los comicios presidenciales de Brasil se fue desvaneciendo paulatinamente, ante la ventaja categórica que las encuestas otorgaban a Luis Ignacio "Lula" da Silva, quien por escaso margen no logró la mayoría absoluta en la primera ronda electoral. En cambio, no cedió el interés por estas elecciones en la opinión pública internacional. La devastadora crisis argentina ha vuelto a poner en primer plano a la región y, considerando las dimensiones de la economía brasileña, hay conciencia de que si ésta llega a sufrir un colapso, el "efecto tango" parecería sólo un estornudo.

Los expertos tranquilizan

A juzgar por la tendencia favorable registrada en los últimos días, el mercado financiero de Brasil parece haber hecho las paces con el líder del izquierdista Partido de los Trabajadores. En el exterior, sin embargo, aún se contempla con cierta inquietud el proceso político brasileño. Pero el juicio de los expertos es tranquilizador. Conocedores de la situación carioca hicieron notar a DW-World que no cabe esperar cambios drásticos tras un triunfo de Lula.

Sigrid Zirbel, encargada de la región de Norte y Sudamérica en la Confederación de la Industria Alemana, subraya, por ejemplo, que el Partido de los Trabajadores no cuenta con mayoría en el parlamento, de manera que se ve obligado a establecer alianzas. "Lula no podrá sustraerse a los imperativos económicos nacionales e internacionales", señala, puntualizando que "Brasil necesita con urgencia el flujo de capital internacional para seguir desarrollando su economía".

Clave resulta, en este contexto, disipar los temores y fortalecer la confianza en el país. Los pasados meses de campaña electoral, y la imagen de "terror de los inversionistas" con que ha cargado Da Silva, no contribuyeron precisamente a tal objetivo. Pero Lula, por lo visto, ha conseguido calmar los ánimos paulatinamente, moderando su discurso y prometiendo atenerse a los compromisos y reglas de la economía de mercado.

Inversiones directas

Tampoco Peter Rösler, vicepresidente de la Asociación Iberoamericana (Ibero-Amerika Verein), espera grandes cambios en las líneas de fondo de la política económica, sino sólo el establecimiento de "nuevos acentos en el plano social".

Además, el nerviosismo no abarca a toda la actividad económica, según hace notar Rösler. Los inversionistas del mercado de capitales, que esperan obtener ganancias a corto plazo, trasladan su dinero de un país a otro, pero quienes desean invertir a largo plazo presentan otro comportamiento. "En los primeros siete meses del año, las inversiones directas en Brasil aumentaron en un 5% con respecto a igual período del año anterior. Y eso indica que quienes efectúan inversiones directas siguen teniendo gran confianza en Brasil", subraya.

En Alemania no se esperan, en suma, mayores sobresaltos en las relaciones bilaterales tras el desenlace de los comicios presidenciales brasileños. Sigrid Zirbel destaca que los vínculos entre ambos países son muy estrechos, lo cual se plasma en el hecho de que Alemania es el principal socio comercial de Brasil dentro de la Unión Europea. Y esta tradición, de seguro, continuará cimentándose en el futuro.