Sophie, nacida en el cuerpo de un chico, se dio cuenta desde muy pequeña de que algo no iba bien. Durante la pubertad, sus problemas con su propia identidad volvieron a aumentar. Pero no fue hasta que se marchó de casa cuando decidió que quería vivir como Sophie en el futuro. A mediados de sus 20 años, la joven mujer trans, que trabaja como cajera en un supermercado, comienza una terapia hormonal. A partir de entonces, su apariencia cambia constantemente: sus rasgos faciales y su estructura corporal se vuelven cada vez más femeninos. Sin embargo, Sophie no es feliz. Para ella, ser mujer implica una reasignación médica de sexo. A los 30 años, ha llegado el momento y puede someterse a la esperada operación en el Hospital Universitario de Essen. La cirugía de reasignación de sexo está en auge desde hace años. En 2021, 2.598 personas se sometieron en Alemania a este tipo de procedimiento médico. Tras la operación, Sophie espera poder dejar atrás su propia identidad trans. "Para mí, la palabra 'transgénero' o 'transexual' ya no existirá". Luca (16) ya sabía en la escuela primaria que era un chico, que había nacido en el cuerpo de una chica. Luca tiene muchas conversaciones con psicólogos - su familia apoya su nueva identidad. El joven recibe bloqueadores hormonales para evitar el inicio de la pubertad femenina. Para que su voz sea más grave y su cuerpo más masculino, tiene que aplicarse un gel de testosterona todos los días durante el resto de su vida. Cuando Luca sale del armario como trans, se da cuenta: "Ser trans no está realmente aceptado en la sociedad. A menudo te menosprecian por ello".