Una pequeña historia del peregrinaje
Las peregrinaciones son un componente importante de casi todas las religiones. No obstante, su origen proviene de la tradición judeocristiana. En este pequeño viaje de imágenes usted podrá llegar a esta conclusión.
Cada vez son más los que quieren alejarse
Las peregrinaciones no solo están en auge desde el libro “Entonces me fui” del comediante, autor y actor Hape Kerkeling. El libro narra su experiencia durante su peregrinación por el Camino de Santiago de Compostela. Los expertos señalan que desde la década de los 70, los creyentes se han adentrado más en las tradiciones cristianas y se ha visto un aumento en muchos países.
Ver más allá del campo
La palabra peregrinos proviene del término latín “peregrinus”. El prefijo “per” hace referencia a sobre/a través y “ager” a campo. Por lo tanto, un peregrinus/peregrino es quien emprende su camino por el campo y va más allá. La palabra peregrinación (“peregrinari”) significa deambular, estar en camino o estar en tierra extranjera.
Los peregrinos son extranjeros
Cualquiera que deje su tierra es considerado un extranjero, lo mismo sucede con los peregrinos, quienes emprenden un viaje a lo desconocido, caminan por tierras nuevas. Las peregrinaciones tienen una larga tradición, la cual se remonta a Abraham, el progenitor de Israel. Según el antiguo testamento, él y su familia emprendieron un viaje a tierras desconocidas.
Peregrinar hacia Tierra Santa
Aproximadamente en el año 325 comenzó el gran boom de las peregrinaciones hacia Tierra Santa y Jerusalén para poder seguir los pasos de Jesús. El hallazgo de la cruz en dónde Jesús fue crucificado fue la motivación para que mucha gente peregrinara hacia estas tierras. Aquí el santo sepulcro en Jerusalén.
Peregrinación sin rumbo
Muchos monjes emprendían peregrinaciones pero su fin no era llegar a un lugar específico, por ejemplo los monjes peregrinos del desierto a fines del siglo III en el Medio Oriente. Para ellos lo importante no era llegar a un lugar, sino seguir en camino, seguir peregrinando. Existen senderos de peregrinación que simplemente son rutas circulares.
El perdón de los pecados
Hasta la Edad Media, las formas de peregrinación variaron varias veces. Las peregrinaciones ya no eran solo un viaje a tierras desconocidas, sino que los creyentes buscaban lugares específicos, como Jerusalén, Roma o la tumba de Santiago en Santiago de Compostela. Una de las grandes motivaciones era la absolución de los pecados. Este aspecto ya casi no forma parte de las peregrinaciones actuales.
“Una obra de tontos”
Luego de la Reforma (1517) las peregrinaciones disminuyeron. Según, Martín Lutero, el padre de la fe protestante, la peregrinación fue una “obra de tontos” ya que nadie puede ganarse la salvación a través de ellas. Durante el pietismo, la peregrinación se espiritualizó, como una especie de camino hacia la salvación.
Compañía y orientación
En Alemania y Europa las rutas de peregrinación están marcadas por la cultura cristiana. En el pasado, había monasterios para que los peregrinos pudieran descansar. A su vez, los monjes rezaban y les ofrecían orientación. Hoy en día, hay guías de peregrinación, los cuales están capacitados para responder a las dudas e inquietudes que surjan durante el viaje.
Hay que saber soltar
Los especialistas en peregrinación dicen: la peregrinación comienza en la puerta de tu casa. Los exitosos son los que van más allá del camino, los que ven más allá del horizonte. No se trata solo del espacio físico sino también del horizonte espiritual, el cual se debe sobrepasar. Para aliviar el corazón y el alma se debe dejar ir lo que no es importante.
Relajar la mente
Las peregrinaciones son fascinantes cada vez más para personas que no son afines a una religión. Una de las razones pueden ser las conversaciones durante el camino. Todos comparten el mismo objetivo, una perspectiva y mucha relajación.
La experiencia como objetivo
Para poder emprender una peregrinación, uno debe querer hacerlo. El Camino de Santiago es la ruta de peregrinación más popular en toda Europa, ofrece numerosas posibilidades de reflexión, de encuentro y de relajación en sus diversas etapas a largo de muchos países. Los peregrinos llegan a su destino final, Santiago de Compostela en donde las dificultades del camino quedarán atrás.