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Una nueva misión para la OTAN

16 de noviembre de 2002

En pocos días comienza la Cumbre de la OTAN en la República Checa. Con la ampliación hacia el este la organización tiene que redefinir sus tareas. ¿Qué espera Estados Unidos de la OTAN ?

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Varsovia, marzo 12 de 1999. Festejo después de la admisión oficial de Polonia, Hungría y la República Checa a la OTAN.Imagen: AP

Estados Unidos apoyó activamente la ampliación de la OTAN. Ahora espera que se defina cuál será el aporte de las naciones integrantes de la OTAN en el combate internacional contra el terrorismo. En opinión de Anthony Cordesmann, experto del Instituto de Estudios Estratégicos de Washington, la OTAN debe reorganizarse y guiarse por una estrategia que parta de que la principal amenaza se encuentra fuera de la zona de la OTAN.

Con el 11 de septiembre del 2001 comenzó una nueva era para Estados Unidos. Desde entonces impera la idea de que la OTAN debe subordinarse a los intereses de seguridad de Estados Unidos; intereses que se ven especialmente amenazados por aquellos estados que poseen o tienen el potencial de desarrollar armamento de destrucción masiva que podrían utilizar en contra de Estados Unidos y sus aliados, o que podrían traspasar a grupos terroristas, como sucede en el caso de Irak.

Intervención sin límites geográficos

Washington presiona a sus aliados europeos a comprender a la OTAN como una alianza para la puesta en práctica de sus intereses y preferiría que la alianza pudiera intervenir militarmente sin limitaciones geográficas. En la cumbre de Helsinki de 1997 la OTAN aprobó la intervención de sus ejércitos fuera de la zona de sus países integrantes, una decisión que cuenta con importancia estratégica. Una Fuerza de Reacción Rápida Europea estaría constituida por 100.000 soldados. Tendrían que tener capacidad de intervenir en el plazo de 60 días, durante un año entero y a distancias de hasta 4.000 kilómetros sin apoyo de Estados Unidos.

Sin embargo en Estados Unidos impera el escepticismo. Cordesmann del Centro de Estudios Estratégicos de Washington indica que uno de los problemas se centra en la falta de definición. Los europeos deben definir si realmente están dispuestos a poner en peligro la vida de sus soldados o si sólo se limitarán a salvaguardar la paz que otros ejércitos han peleado. Mientras que no se definan, no se trata más que de un concepto teórico.

Ejércitos especializados

Otro problema en opinión de los estadounidense es el desequilibrio entre los presupuestos de defensa. Mientras que Estados Unidos incrementa constantemente sus inversiones en este sector, en los estados integrantes de la OTAN se observa una tendencia contraria. Por lo mismo se opinan que una solución sería impulsar un tipo de concepto de nichos, en el que los estados con medios limitados se especialicen en áreas que pongan a disposición de la OTAN en caso de necesidad.

En el 2000 el presupuesto de defensa de Estados Unidos fue dos veces mayor que el de todos los países integrantes de la OTAN juntos. Puesto que es poco probable que la relación de fuerzas cambie en el coto plazo, no resulta difícil definir quién dictará el camino en la alianza internacional.