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Un payaso para el alma

mb23 de septiembre de 2005

En la Oktoberfest de Múnich aparte de diversión se puede encontrar consuelo. De ello se encarga un pastor evangélico especializado en parques de diversiones y circos.

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Diversión, cerveza y... consueloImagen: dpa

Miles de personas se dan cita en Múnich del 17 de septiembre al 3 de octubre en busca de diversión y cerveza alemana. Existe, sin embargo, un hombre que opina que la gente necesita, precisamente en ese ambiente , de especial cuidado para su alma. El hombre se llama Horst Heinrich o "Fuego, el payaso para el alma".

Un pastor especializado

Heinrich se ve como un camarero más de las praderas muniquesas y anda por ahí con una amplia sonrisa y su celular, que no para de sonar. Este hombre de 56 años, pastor evangélico, se define como un cuidador de almas especializado en parques de diversiones y circos. Su misión anual más importante es precisamente la Oktoberfest. Aunque atiende a la gente que llama por su aviso en los diarios y se presta a todo tipo de originalidades -bautizar a un niño en una rueda gigante, por ejemplo-, la mayoría de las ovejas de su rebaño proviene del propio personal de los parques de diversiones.

Oktoberfest - verregneter Start
Imagen: dpa

Un rebaño especial

BdT: Oktoberfest München 2005
Imagen: dpa

Una vez que han desaparecido la multitud, quedan estos gitanos de la diversión con sus problemas. Y para ellos está Horst Heinrich. La religión que tenga cada uno, en realidad, no importa. Él está ahí para escucharlos: el negocio depende del clima, no hay un lugar fijo para vivir. "Son unos creyentes muy especiales", declara Heinrich, "por la constante inseguridad en la que viven, en esta profesión son mucho más humildes que en todas las otras". Heinrich bautiza, confirma, casa y catequiza, por amor a su rebaño… y al circo.

Deshollinador, teólogo, payaso

"En el mundo de sueño siempre me sentí bien, desde niño", cuenta. Sin embargo, pasaron décadas hasta que hizo de esa inclinación su profesión. Primero cursó una formación de deshollinador y luego estudió administración de empresas en la universidad. Luego desembocó en la teología. De párroco de dos comunidades pasó a pastor de los soldados alemanes en la ex Yugoslavia. Y de ahí a los parques de diversión y a los circos, hace tres años. A más de ayudar a la gente y fomentar sus creencias, se puede dedicar a su afición bajo el seudónimo de "Fuego, un payaso para el alma".