Un ombligo provocador
17 de febrero de 2003
La "Karicartoon" es la Bienal de Dibujos Satíricos que se celebra en el Museo de Historia Contemporánea de Leipzig, que este año tiene como tema "El ombligo del mundo." Los artistas que participan en ese evento, tuvieron un año de tiempo y toda la libertad y creatividad para expresar sus ideas. Un artista hizo volar al canciller alemán Gerhard Schröder como el famoso "Barón de Münchhausen." También hay una caricatura de Mick Jagger, quien recorre la exposición con marcados rasgos de anciano. A uno de los caricaturistas se le ocurrió el personaje de Thomas Gottschalk, el famoso "showmaster" alemán, al presentar su idea sobre el ombligo del mundo.
Entretener y llamar la atención
Algunos tratan el tema con un humor discreto, otros con ironía o sátira. Hay dibujantes que prefieren el clásico dibujo a rayas en blanco y negro, otros se sirven de colores llamativos. En total se presentan en Leipzig 36 dibujantes con 300 obras. La mayoría de ellos vienen de Alemania, Austria y Suiza. Este último es el país invitado este año.
Muchos dibujos reflejan que la expresión el "ombligo del mundo" tiene una connotación negativa. En la mayoría de ellos está relacionada con el egocentrismo en todos los sectores, la política, la sociedad o la familia. La bienal cumple con su objetivo: entretener y llamar la atención a la vez. A pesar de que muchos dibujos hacen referencia a eventos políticos, como la inminente guerra contra el Irak, la sala de exposición se llena de risa y de buen humor. "Es la característica de la sátira", dice Ursula Oehme, vocera del Museo de Historia Contemporánea en Leipzig.
Pasaron los tiempos de censura
Ya en los tiempos de la República Democrática Alemana (RDA), la "Karikartoon" tenía mucho éxito. En el año 1987, logró un récord, registrando 75 000 visitantes. Cuando se realizó por primera vez en 1972, los artistas trabajaban todavía bajo circunstancias totalmente diferentes a las de hoy. Sus obras eran objeto de la mirada crítica de los funcionarios del régimen comunista. "Alguno que otro tuvo que retirar su dibujo, cuando el politburo de la RDA encontraba alguna crítica política", recuerda Ursula Oehme. Aunque los tiempos de la censura han pasado, Oehme los recuerda no sin cierta nostalgia y afirma que antes, criticar el régimen sin que este se diera cuenta, era un arte en sí. Para los artistas de la RDA, el dibujo satírico tenía un papel muy importante. "Hoy se puede abordar cualquier tema y el dibujo satírico sólo es un medio entre muchos", afirma Oehme. Francia es un país con una rica tradición satírica, por lo que los organizadores han hecho una invitación formal a los dibujantes galos para que participen en la próxima bienal.