Publicidad
Javier Castaños era un diseñador gráfico con éxito, hasta que lo sustituyeron por un joven en prácticas. Pero no se desmoralizó, aunque la alternativa fuera limpiar zapatos: Castaños no es un limpiabotas cualquiera, sino una auténtica atracción, con su reposapies de diseño propio, su Blackberry para acordar citas y su cuidada página internet personal.