Un acto de impresionante solemnidad
28 de enero de 2005The Times de Londres: “Casi todos los aspectos de la vida moderna en Alemania siguen estando relacionados con la carga de su herencia tenebrosa. La oposición a enviar tropas a zonas en conflicto, el pacifismo, el esfuerzo por impulsar la protección ecológica, la oposición a la investigación con células madre, tabúes idiomáticos y su política consensuada. Sus esfuerzos han tenido éxito y en el rubro de las reparaciones de pago guerra, tanto intelectual como material, hay que aplaudir a los alemanes. Este país sabe que tiene una responsabilidad mucho mayor que otros en lo referente a democracia y extremismo político.”
Alemania ha aprendido su lección
Stuttgarter Nachrichten de Berlín: “¿Son los alemanes doctrinarios? 60 años después de la liberación de Auschwitz la respuesta es clara: no lo son. Sin embargo Alemania debe, como toda Europa, tener cuidado de no proporcionar suelo fértil al nuevo antisemitismo. Debe actuar ofensivamente en contra de las nuevas tendencias extremistas que, y no lo ocultemos, abarcan, en todos sus matices, todas las capas de la sociedad. No existe razón para arrogancia pero tampoco para humillarse voluntariamente. `¿Cuándo se ha visto en el mundo a una nación que ha levantado monumentos para eternizar su propia deshonra?´ pregunta Avi Primor, ex embajador de Israel en Alemania, y agrega: `Hay que admitir que hasta el momento sólo los alemanes han tenido este valor y humildad.´ También esto forma parte del balance alemán 60 años después.”
Un pensamiento constante
Corriere della Sera de Roma: “Deberían regresar siempre a ver las estaciones de tren, el alambre de púas, los hornos y las barracas. Deberían llevar a los niños y advertirles que ellos hagan lo mismo con sus niños. Y jamás terminar de explicar lo inexplicable, y de contar el interminable horror de este abismo. Éste es el pensamiento constante que se repite casi con obsesión.”
Un momento de pureza
Le Dauphiné Libéré de Grenoble: “Lo que sucedió ayer en Auschwitz fue sin duda un momento de pureza en la historia. Fue uno de aquellos momentos que quedan marcados por su intensidad y su significado simbólico. Los europeos tuvieron que demostrar unidos, que son una Comunidad capaz de reaccionar a las atrocidades del pasado. Fue un aniversario, una ceremonia, un exorcismo. Lo acontecido este 27 de enero en Polonia pertenece a la esfera de lo santo. Esperemos que las oraciones de Auschwitz perduren eternamente.”