EPA: la UE y Japón negocian contra Trump
1 de febrero de 2019Se supone que el mensaje político tras el pacto entre la UE y Japón, que entró en vigor este viernes (1.2.2019), es que el libre comercio puede funcionar pese al proteccionismo de Estados Unidos. Los europeos y los japoneses, después de seis años de negociaciones, crean la mayor zona de libre comercio mundial, que afectará a más de 600 millones de personas y abarca aproximadamente un tercio de la producción económica mundial.
"El Acuerdo de Asociación Económica (EPA) cumple con las expectativas de negocios en Japón y la UE. Ambos, como portadores de la antorcha del libre comercio, envían un mensaje de liberalización al mundo ", fue el mensaje de la Embajada de Japón en Bruselas.
Zona de libre comercio más grande del mundo
La comisaria de Comercio de la UE, Cecilia Malmström, también ve grandes oportunidades para la exportación en ambas direcciones. "Queremos que la globalización beneficie a nuestros ciudadanos y empresas. Es un claro mensaje a favor del libre comercio, tomando en cuenta las reglas globales", dijo en la presentación del acuerdo.
Mucho más grande que la EPA hubiera sido la Asociación Transatlántica para el Comercio y la Inversión (TTIP) entre la UE y Estados Unidos. Hubo críticas hacia TTIP por ambas partes, pero fue el presidente Donald Trump quien se negó a continuar las negociaciones.
Trump actúa, en cambio, imponiendo aranceles punitivos para llevar a cabo su política comercial. Actualmente, los europeos están tratando de negociar con el gobierno de EE. UU. Al menos en ciertos sectores, para evitar aranceles de importación, por ejemplo, a los automóviles. Trump también abandonó el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP).
¿Qué hay en juego en el acuerdo entre la UE y Japón? Le mostramos los aspectos más importantes:
Productos industriales
Se eliminan ampliamente los aranceles aduaneros para mercancías europeas en Japón, que ascienden a mil millones de euros anuales. Los productos industriales se pueden vender en el mercado nipón sin certificación o pruebas adicionales. A cambio, la UE elimina los aranceles de importación (del 10 al 22 por ciento) para vehículos japoneses, un aspecto particularmente importante para Tokio. Los fabricantes de automóviles japoneses, como Nissan y Toyota, podrán enviar autos libres de impuestos directamente desde las fábricas japonesas. Hasta ahora, los vehículos para el mercado de la UE también se han construido en el Reino Unido para evitar los aranceles europeos.
Alimentos
En el futuro, Japón permitirá la entrada de más productos cárnicos, lácteos y vinícolas al país. Los aranceles aplicados a estos productos, como el impuesto del 30 por ciento sobre el queso Gouda de Europa, desaparecen con el nuevo tratado. La comisaria de Comercio de la UE espera que las exportaciones de alimentos procesados aumenten en un 180 por ciento, lo que se traduciría en ventas adicionales por valor de 10 mil millones de euros.
Los que critican el EPA, en cambio, creen que solo beneficiaría a grandes empresas agrícolas en la UE. Los pequeños agricultores en la UE y en Japón sufrirían, según la Asociación por la Tasación de las Transacciones Financieras y por la Acción Ciudadana (ATTAC).
Servicios
En el futuro, las empresas de la UE podrán participar en procesos de licitaciones públicas en Japón. Esto también se aplica a las empresas niponas que deseen hacer negocios en la UE.
Sin embargo, se excluyen explícitamente los "servicios públicos". Las autoridades pueden decidir que los servicios de suministro de agua, electricidad o gas sigan siendo proporcionados por el Estado y no sean privatizados.
Asuntos estándar
La UE y Japón se comprometen a aplicar los estándares más altos en cuanto a la protección del consumidor, laboral y ambiental. Es la primera vez que el Acuerdo de París de la ONU sobre protección del clima forma parte de un acuerdo comercial.
Los críticos de la globalización de ATTAC ven este acuerdo como una farsa. Creen que no es posible reaccionar con rapidez ante los peligros para la salud o el medio ambiente, que podrían resultar de algunos productos. La Comisión de la UE rechaza dicha interpretación: el llamado principio de cautela de la UE, según el cual ciertos productos pueden retirarse del mercado en caso de peligro inminente incluso sin pruebas científicas, no se modificará.
La Asociación Federal de la Industria Alemana (BDI) elogió el acuerdo con Japón. Stefan Mair, de la gerencia de BDI, también pidió que la UE diese pasos adicionales en esa dirección.
"Europa ahora debe mantener su curso y no permitir que otros tratados de comercio e inversión, como con Singapur y Vietnam, fracasen", dijo Mair. "Esto haría que la UE abra la puerta económica al crecimiento de la región del sudeste asiático y demostraría que puede proteger eficazmente la inversión extranjera europea", explicó. El Parlamento de la UE votará sobre el acuerdo con Singapur el 13 de febrero.
(rmr/er)
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