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UE insta a Georgia a retirar la ley de "agentes extranjeros"

15 de mayo de 2024

El jefe de la diplomacía europea, Josep Borrell, y otros líderes europeos instan a Georgia a retirar su polémica ley de agentes extranjeros, al considerar que perjudica su avance hacia la UE.

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Una bandera europea sostenida por un manifestante en protestas contra la ley 'Sobre la transparencia de la influencia extranjera', en Georgia.
Salomé Zurabishvili, presidenta de Georgia, subrayó que "entre el 80 y el 85 por ciento de la sociedad georgiana apoya el futuro europeo (del país).Imagen: Irakli Gedenidze/REUTERS

Tras la aprobación de esta ley, la víspera, en el Parlamento georgiano, la UE emitió una declaración de Borrell y el comisario europeo de Vecindad y Ampliación, Olivér Várhelyi, que no pudo ser en nombre de los Veintisiete por el veto de Hungría y Eslovaquia, indicaron fuentes europeas.

"La aprobación de esta ley repercute negativamente en el avance de Georgia por la senda de la UE. La decisión sobre el camino a seguir está en manos de Georgia", enfatizaron los representantes comunitarios.

En ese contexto, instaron a las autoridades georgianas a "que retiren la ley, mantengan su compromiso con la vía de la UE y avancen en las reformas necesarias detalladas".

Aseguraron, además, que la UE está dispuesta a seguir apoyando a los georgianos que trabajan por un futuro europeo. "La UE está al lado del pueblo georgiano y de su elección en favor de la democracia y del futuro europeo de Georgia", recalcaron.

Georgia, candidato a la adhesión a la UE

Borrell y Várhelyi dejaron claro que "la intimidación, las amenazas y las agresiones físicas a representantes de la sociedad civil, dirigentes políticos y periodistas, así como a sus familias, son inaceptables". Por ello, solicitaron a las autoridades georgianas investigar estos "actos documentados".

Recordaron que el Consejo Europeo concedió a Georgia el estatuto de candidato a la adhesión, entendiendo que el país adoptaría las nueve medidas pertinentes que la Comisión Europea estableció en noviembre pasado.

Estos pasos exigen que se protejan los derechos humanos y que la sociedad civil y los medios de comunicación puedan operar libremente, apuntaron. Las medidas se refieren igualmente a la necesidad de despolarización y a la lucha contra la desinformación.

Sin embargo, y "a pesar de las grandes protestas y los llamamientos inequívocos de la comunidad internacional", la mayoría gobernante del Gobierno georgiano ha aprobado la ley en el Parlamento, en tercera lectura, dijeron. "La UE ha declarado clara y repetidamente que el espíritu y el contenido de la ley no se ajustan a las normas y valores fundamentales de la UE”, insistieron.

En su opinión, esa legislación socavará la labor de la sociedad civil y de los medios de comunicación independientes, mientras que la libertad de asociación y la libertad de expresión son derechos fundamentales en el núcleo de los compromisos de Georgia como parte del acuerdo de asociación con la UE y de cualquier vía de adhesión al club comunitario.

"Plataforma europea" contra vuelta al pasado

Salomé Zurabishvili, presidenta de Georgia, que tiene aspiraciones a entrar tanto en la Unión Europea como en la OTAN, anunció que ha creado y pronto presentará una "plataforma europea de soluciones comunes que movilizará a Georgia para las elecciones parlamentarias" del 26 de octubre, para impedir que el país regrese al pasado.

Zurabishvili hizo este anuncio en una comparecencia conjunta con los jefes de las diplomacias de Islandia, Letonia, Lituania y Estonia, que llegaron a Tiflis en visita de trabajo como representantes de la Unión Europea.

Zurabishvili subrayó que "entre el 80 y el 85 por ciento de la sociedad georgiana apoya el futuro europeo (del país), como se puede ver en las protestas contra la ley 'Sobre la transparencia de la influencia extranjera'".

La presidenta confirmó que vetará la normativa, que la oposición llama "ley rusa" por su similitud con la que se aplica en Rusia para perseguir y acallar a la oposición.

El ministro de Asuntos Exteriores lituano, Gabrielius Landsbergis, alertó que "Georgia está siguiendo un rumbo muy peligroso". Señaló que la introducción de modificaciones cosméticas a la polémica ley no la acercará más a estándares europeos. Y aseguró que el Gobierno aún podría rectificar, retirando la ley tras el veto presidencial.

El ministro de Exteriores de Estonia, Margus Tsahkna, dijo a su vez que la normativa aprobada ayer por el Parlamento "es un símbolo de la elección entre Rusia y la UE. Rusia ha puesto a todos sus vecinos en un una disyuntiva: estar con ella o ser libre".

"Esperamos ver a Georgia como parte del mundo donde se protegen las libertades y los derechos", dijo por su parte la jefa de la diplomacia islandesa, Thórdís Gylfadóttir. En la misma línea se pronunció la ministra de Exteriores de Letonia, Baiba Braze, que instó a las autoridades georgianas a "revisar completamente la ley y a adaptarla a criterios que se corresponden con los de un país candidato a la UE".

rml (efe, afp, reuters)