Las señales son contradictorias. Por un lado el pimer ministro Recep Tayyip Erdogan recibe por primera vez a representantes del movimiento de protesta. Por otro lado y tras una nueva noche de violencia, la policía se mantiene vigilante en la plaza Taksim de Estambul. La presencia de las fuerzas de seguridad no hace acallar sin embargo las protestas. La situación se encuentra estancada.