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PanoramaFinlandia

Tom de Finlandia: el paladín de la homosexualidad

Marlon Jungjohann
12 de mayo de 2023

Cuero, lujuria y sexo: los sensuales bocetos de Tom de Finlandia fueron iconos de una generación gay. Hasta hoy en día, las obras animan la lucha por la libertad queer.

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Uno de los dibujos de Tom de Finlandia que muestra a tres hombres gays.
Los dibujos y pinturas de Tom de Finlandia son un referente hoy en día. Hombres homosexuales enfundados en cuero, con cuerpos esculpidos y extremadamente varoniles son parte de su aporte.Imagen: Tom of Finland Foundation

Estados Unidos en la década de 1960: cuando el incipiente movimiento gay cobra fuerza, un ilustrador finlandés resume la nueva confianza de esa comunidad en sí misma. Los dibujos pornográficos de Touko Laaksonen de motociclistas, vaqueros y marineros hipermasculinos despojan de prejuicios ancestrales al galán afeminado.

En la escena gay, Laaksonen, que se hace llamar Tom de Finlandia en referencia a su patria europea, desencadenó una revolución estética: "Cuando empezó a dibujar, no había verdaderos modelos de hombres homosexuales", explica Richard Villani, director creativo de la Fundación Tom de Finlandia, en entrevista con DW. "Más que nada, Tom quería dar a los hombres queer una idea positiva de su sexualidad".

Héroe del cuero

Incluso más de 30 años después de su muerte, el espíritu luchador de Tom sigue cautivando a la gente. A partir del 12 de mayo, la antigua excárcel de mujeres de Berlín-Lichterfelde será el lugar de peregrinación de sus fans. Artistas, DJ, galeristas y patrocinadores se darán cita en el 29º "Tom of Finland Art & Culture Festival". Villani, que organiza la celebración de tres días, sabe que hay algo mágico en los mensajes del artista: "Se trata de alegría, diversión y risas. Todos los personajes de sus cuadros se lo pasan bien juntos".

A partir de los cincuenta, Tom consigue vivir de sus cuadros eróticos, viajando de un lado a otro entre Europa y Estados Unidos hasta su muerte en 1991. Dejó su huella en ambos continentes e instigó subculturas enteras. "Fue el padre del cuero", dice Villani sobre el artista, que como joven oficial en la Segunda Guerra Mundial empezó a aficionarse a los uniformes. Hoy es imposible imaginar la escena gay sin "Leather Lovers" y "Hunks" musculosos.

Tom de Finlandia.
El artista Tom de Finlandia revolucionó el arte homosexual.Imagen: Jack Shear

¿Revolución o manía tóxica de la belleza?

Los dibujos de Tom son la prueba de la lucha por una vida igualitaria. El culto al cuerpo siempre ha tenido su origen en el hecho de que los hombres homosexuales tienen que compensar el prejuicio de su supuesta feminidad, afirma Christopher Conner. El sociólogo investiga los ideales de belleza dentro del colectivo LGBTIQ+ estadounidense en la Universidad de Missouri, Columbia. Y dice a DW: "Algunos responden a estos prejuicios queriendo convertirse en los tipos más varoniles".

A menudo, sin embargo, es totalmente imposible estar a la altura de tales ideales. Muchos hombres homosexuales sufren una insatisfacción patológica con su propio cuerpo. Esta insatisfacción y una pobre imagen de sí mismos, dice Conner, "son el resultado de una sociedad que nos trata como inferiores".

Aunque, sin duda, Tom proporcionó a su propia comunidad modelos estupendos y liberadores: ¿Es posible que sus dibujos reflejen un deseo tóxico de belleza? Este problema requiere una visión diferenciada, afirma a DW João Laia, jefe del Museo Kiasma de Helsinki (Finlandia). Sus últimas obras son ricas en mensajes positivos sobre el cuerpo: "En los años 80 y 90, la pandemia del VIH hizo que mucha gente estuviera tan delgada y débil que las representaciones de hombres sanos y musculosos resultaban empoderadoras", dice Laia.

Modelo a seguir

Hoy en día las comunidades queer vuelven a sacar fuerzas de las obras icónicas. "Frente al resurgimiento de actitudes y narrativas conservadoras, es importante destacar cómo Tom ha apoyado la búsqueda de la libertad, el placer y el regocijo de identidades fuera de la norma", dice Laia.

Villani, Conner y Laia coinciden en que las obras de Tom, siempre cambiantes en un proceso creativo que abarca casi 60 años, son respuestas a su respectivo y muy específico tiempo social. Nunca les ha faltado brillo. Desde el movimiento de liberación gay hasta la pandemia del sida, pasando por la resistencia contra la actual hostilidad queer, Tom sigue siendo una figura cuyo legado siempre debe reinterpretarse.

(mn/er)