1. Ir al contenido
  2. Ir al menú principal
  3. Ir a más sitios de DW

Terrorismo no descansa

17 de mayo de 2003

Al menos 41 personas murieron y unas 100 resultaron heridas en los atentados suicidas registrados la noche del viernes en Casablanca.

https://p.dw.com/p/3eMR
Mundo islámico condena atentados en Casablanca.Imagen: AP

Entre los blancos se encontraban un centro comunitario judío y un club y restaurante español en el centro de Casablanca. Hasta la mañana del sábado, ningún grupo se había atribuido la responsabilidad por los ataques, el primer acto de violencia de gran magnitud en el reino musulmán del Norte de Africa en años recientes.

"El terrorismo internacional atacó Casablanca esta noche", dijo el ministro marroquí del Interior, Al Mustapha Sahel, en declaraciones citadas por el canal de televisión 2M la madrugada del sábado.

¿Quién se encuentra tras los ataques?

Se trata del primer gran ataque de esta clase en Marruecos en los últimos años y fue precedido por atentados perpetrados el lunes en complejos de viviendas para extranjeros en la capital de Arabia Saudita, Riyad, en los que murieron 34 personas. Como en el caso de Riyad, el grupo Al Qaeda, del militante islámico de origen saudita, Osama bin Laden, es el principal sospechoso en Casablanca.

El ministro Sahel dijo que los objetivos fueron el Hotel Safir, en el viejo centro de la ciudad; un centro comunitario judío; un viejo cementerio judío y la Casa de España. Según periodistas locales, el mayor número de muertos se encontraba en la Casa de España, donde según una versión, un joven atacante se inmoló con una granada que llevaba sujeta a su cinturón. España fue partidaria declarada de la guerra estadounidense en Irak y sus relaciones con Marruecos, una ex colonia, han sido tensas.

Coches bomba como en Riyad

Un agente de la policía frente al centro judío dijo que el atentado fue aparentemente perpetrado por atacantes suicidas que llevaban explosivos alrededor de sus cinturones. El edificio de una planta sufrió fuertes daños, y podían verse manchas de sangre en la fachada a unos cinco metros de altura. La calle estaba repleta de vidrios rotos, ladrillos y escombros. El agente de la policía agregó que tres de las explosiones fueron coches bomba.