¿Trata de personas en Berlín?

Los padres de Jasmin, de 15 años de edad, provienen de Siria. Son kurdos, y bajo la tradición islámica la venta de su hija es una práctica común, que se denomina como dote nupcial. La experta en género, Myria Böhmecke, explica que “el dinero es pagado por la familia del novio como compensación a la fuerza de trabajo que pierde la familia de la novia cuando se casa. En este tipo de culturas, la dote estaba pensada anteriormente también como un seguro para las esposas, en caso de una separación. Con este dinero compraban joyas en oro”.

Aunque en otras sociedades islámicas, como la kurda, el pago de una dote es pan de cada día, en Alemania el caso llama la atención, debido a que la novia, nacida en Berlín, es menor de edad. Además la familia del novio dijo expresamente que la había comprado, por lo que esta acción está expresamente prohibida según la justicia germana. “Es obvio que en este caso se produce una trata de personas”, afirma Böhmecke.

“En Europa vender una novia es tabú”, agrega la política berlinesa del partido social demócrata, Bilkay Öney. El problema es que la transacción se realiza en el marco de la celebración de un matrimonio, y cuando cumplen la mayoría de edad se hace oficial. Ahora Jasmin está embarazada y se acaba de separar de su esposo porque la maltrataba y no la dejaba ir al colegio.

Violencia intrafamiliar

Aunque al comienzo su padre exigió 70.000 euros por su hija, la negociación de la dote nupcial descendió a un valor de 15.500 euros. Junto con su esposo, compartían un apartamento de 100 metros cuadrados con sus suegros y hermanos. De vuelta en su casa paterna desde hace una semana, Jasmin dice que se casó enamorada.

A la boda, que se realizó hace siete meses, asistieron 350 invitados según los usos y costumbres de la etnia kurda. Ya embarazada, su esposo encerró a la joven, y además le propinaba palizas que atentaban contra su vida y la de su hijo. Ahora espera poder demandar a su cónyuge para quedarse con el dinero que pagó por ella.

Casos en aumento

Según cifras de la ONG Terre de Femmes, en los pasados tres años se registraron casos de 500 mujeres y niñas, que fueron amenazadas con matrimonios coercitivos o por violencia en el “matrimonio”. Un tercio de estas mujeres ya ha recibido amenazas de muerte.

La experta en violencia de género, Myria Böhmecke, afirma que para evitar este tipo de transacciones o venta “se debe ilustrar y educar en los colegios”. Las instituciones educativas también deben estar más atentas a sus estudiantes femeninas. “Es un escándalo que en Alemania una niña sea víctima de una transacción y nadie se dé cuenta”, puntualiza Böhmecke.

Para algunos expertos, este fenómeno es más difícil de detectar cuando estas culturas están supuestamente integradas a la sociedad alemana. Pero para la experta, no existe una relación directa entre la integración y la conciencia de los derechos para las mujeres.

Autora: Cristina Mendoza Weber

Editor: Enrique López