Submarino ruso – final feliz
7 de agosto de 2005
"La operación finalizó. (...) El submarino llegó a la superficie. La tripulación abrió la escotilla por sus propios medios", declaró con alivio el almirante Vladimir Pepelyaev.
Los tripulantes fueron trasladados en un barco de rescate a un hospital del puerto del este del Pacífico, Petropavlovsk-Kamchatsky, en donde permanecerán en observación médica. Luego de una primera revisión los médicos informaron que el estado de salud es satisfactorio. No hay necesidad de algún tratamiento específico.
Antes del rescate, los expertos habían advertido que debido a que escaseaba el oxígeno sólo quedaba el domingo para rescatar a la tripulación del minisubmarino AS-28, atrapado entre pesados escombros de metal a unos 190 metros de profundidad.
Cooperación internacional
El minisubmarino AS-28, una embarcación de rescate, quedó atrapado cuando su hélice se enredó con cables de metal de la antena de una red electrónica de monitoreo bajo el agua que pertenece a la guardia costera rusa, mientras realizaba ejercicios militares.
La embarcación británica Scorpio, un vehículo de rescate marino no tripulado que fue rápidamente requerido por Moscú para asistirlos en la lejana península oriental rusa de Kamchatka, hizo su descenso y comenzó a cortar los cables para liberar a la nave. Además del Reino Unido, también Estados Unidos envió vehículos de rescate a la zona.
Las aguas costeras frente a la región este de Rusia tienen sensibles instalaciones estratégicas y hubo indicios de que el ejército estaba inquieto por la aproximación de embarcaciones extranjeras a sus secretos.
El accidente revivió la triste memoria de la fallida operación de rescate del submarino nuclear ruso Kursk hace cinco años. El Kursk se hundió en el mar de Barents en agosto del 2000 luego de dos explosiones submarinas y sus 118 tripulantes fallecieron en la tragedia que traumatizó a Rusia y provocó fuertes críticas contra el presidente Vladimir Putin.