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Steinmeier previene de una nueva división mundial

Emilia Rojas Sasse22 de septiembre de 2006

El ministro alemán de Relaciones Exteriores debutó en la Asamblea General de la ONU con un discurso en el que exhortó a "hacer todo lo posible por evitar una nueva división del mundo en bloques antagónicos"

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Steinmeier: debut en la ONU.Imagen: AP
En pocos lugares del planeta se vivió con tanta intensidad el impacto de la Guerra Fría como en Alemania. La frontera entre los bloques confrontados dividía también a los alemanes, atrapados en la lógica del sistema bipolar que imperó durante décadas. No es de extrañar que sea ahora un ministro de Relaciones Exteriores alemán quien advierta a la comunidad internacional del peligro de que vuelvan a crearse polos antagónicos.

Verdades elementales

El primer discurso de Frank-Walter Steinmeier como jefe de la diplomacia de Berlín ante la ONU no debería ser entendido como una mera declaración de buenas intenciones o como una profesión retórica de fe en el diálogo para la solución de problemas. Las advertencias del ministro germano tienen asidero real, como quedó de manifiesto en algunos de los discursos pronunciados durante esta semana en la debate de la Asamblea General de las Naciones Unidas. Por lo pronto, no es ningún misterio que figuras como el presidente venezolano, Hugo Chávez, verían de buen grado que se articulara de modo más concreto la oposición de algunos países a la política de Washington. Por otro lado, el propio presidente estadounidense ha contribuido a polarizar, por ejemplo cuando antes de la guerra contra Irak puso al mundo ante la supuesta disyuntiva de apoyarlo o estar en su contra.

"Nadie debería interpretar las operaciones de Alemania y sus aliados en los Balcanes, Afganistán, Sudán y el Líbano como una contienda global violenta de Occidente contra el Islam. En un mundo que se ha integrado como nunca antes, no necesitamos exclusiones o polarizaciones, sino valor para el entendimiento y el diálogo", sostuvo el ministro alemán, destacando además una verdad de Perogrullo que vale la pena recordar en un foro como el de la ONU: "Las diversas culturas que alberga este mundo tienen más en común de lo que quisieran hacernos creer los agitadores políticos. La gente tiene en todas partes los mismos intereses básicos: quiere vivir en paz y seguridad, y libre de la pobreza".

Definición de fondo

Steinmeier no peca de ingenuidad. De hecho, subrayó que quien quiere el diálogo, debe cumplir ciertas condiciones elementales, como renunciar a la violencia. Y aclaró que "una política de cooperación y diálogo no quiere decir: conversar a cualquier precio". Algo que podría aplicarse, por ejemplo, al actual impasse con Irán, país al que el ministro germano exhortó a poner fin a su táctica dilatoria en cuanto al programa nuclear. Sin embargo, las palabras que dirigió a Teherán también fueron conciliatorias, por cuanto negó que el objetivo de los esfuerzos diplomáticos sea aislar a los iraníes.

Más allá de las ineludibles alusiones a los problemas más candentes del momento, el debut del ministro de Relaciones Exteriores de Alemania en la Asamblea General de la ONU tuvo pues un tono que apunta a lo medular: conjurar la amenaza de una confrontación que ya no responda a los clásicos ejes este-oeste y norte-sur, sino al antagonismo de dos culturas. Algo prioritario en estos comienzos del siglo XXI, tan convulsionados y violentos, en que se definirá probablemente el tipo de estructura internacional de las próximas décadas.