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Sorpresas en Locarno

12 de agosto de 2002

Ganadora del ‘Leopardo de Oro’ es la película alemana ‘Das Verlangen’ (El Deseo), de Iain Dilthey. Locarno se perfila como un festival internacional con una fuerte mirada hacia el cine ‘independiente’.

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La Piazza Grande de Locarno durante el festival de cine.Imagen: R. Buzzini

El ganador del ‘Leopardo de Oro’ en esta 55 edición del festival de Locarno es la película alemana ‘Das Verlangen’ (El deseo), del joven director Iain Dilthey. Se trata de la última parte de una trilogía sobre la nostalgia y la soledad que se centra en el drama íntimo de una pareja. Dilthey, de origen escocés, llamó la atención de los cinéfilos el año pasado en Locarno con la segunda parte de la trilogía, titulada ‘Ich werde dich auf Händen tragen’ (Te llevaré en mis manos).

La película argentina ‘Tan de repente’, de Diego Lerman, obtuvo el ‘Leopardo de Plata’. Esta cinta ya fue premiada en algunos festivales menores y narra en imágenes en blanco y negro una aventura protagonizada por dos lesbianas de estética punk.

Leopardos con buen gusto

También los otros ganadores de los prestigiosos premios otorgados en Locarno indican la inclinación del jurado por un cine menos comercial y más orientado hacia el ‘cine de autor’. El premio especial del jurado fue para ‘Man, Taranah Panzdah Sal Daram’, del iraní Rassul Sadr-Ameli, que trata de la lucha de una adolescente embarazada de quince años por su derecho a tener el hijo y educarlo sola.

Su intérprete, Taraneh Allidousti, fue distinguida también como mejor actriz. El premio destinado a una ópera prima lo recibió la cinta ‘Pleasant Day’, del húngaro Kornel Munberuczo. El mejor actor para el jurado fue Giorgios Karayannis, protagonista de la película 'Diskoli apo Cheretismi: o babas mou', de Penny Panayotopolou.

Hollywood sin posibilidades

Esta edición de los festivales de Locarno es la primera que disfruta de la "clasificación-A", el nivel más alto y prestigioso de los festivales de cines a nivel mundial. Locarno ocupa así el mismo rango que la ‘Berlinale’ y el festival de Cannes.

La directora del Festival, Irene Bignardi, ha querido, en su primer año al frente del certamen, ampliar su trascendencia, para lo que ha marcado una clara tendencia ecléctica en la elección de las 22 cintas.

Cuatro películas norteamericanas compitieron por el ‘Leopardo de Oro’ pero, sorprendentemente, ninguna de ellas recibió un premio. Entre ellas se cuenta el último trabajo del director Gus van Sant, ‘Gerry’.

En este cuadro encaja bien el ‘Leopardo de honor’ otorgado al director norteamericano Sydney Pollak, defensor feroz del cine independiente y crítico de los mecanismos de Hollywood.

Una buena cita para el futuro

Uno de los atractivos indudables del festival suizo es el cine al aire libre en la Piazza Grande. La pantalla enorme, de 26 por 14 metros, es una de las más grandes a nivel mundial. La plaza tiene capacidad para albergar a 7000 personas y asegura una sensación única para los cineastas.

Con sus casi 60 años de historia Locarno fue siempre un magnifico escaparate internacional de primer orden para nuevos realizadores. En su primera edición como festival de primera liga, Locarno demostró ser una cita imprescindible para las nuevas y atrevidas producciones, no sólo de Europa o EE.UU.