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Soldados de alquiler

2 de abril de 2003

¿Necesita una guerra? ¡¡Llámenos!! Mercenarios a sueldo. El negocio de la guerra. Programas de entrenamiento, incursiones, y servicios de guerra ofrecidos por el capital privado a los ejércitos mas poderosos del mundo.

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Estos soldados no son mercenarios, son miembros de los los Marines estadounidenses.Imagen: AP

Las Private Military Companies (PMCs) están cada vez más presentes en las zonas de crisis. Cuando las fuerzas estadounidenses los necesitan, el gobierno los contrata por unos sueldos astronómicos. Misiones críticas y servicios militares de alta calidad son sus ventajas. El pentágono los contrata como tropas de refuerzo y expertos en armas de alta tecnología.

La guerra como estrategia empresarial

La casa blanca cuenta con una partida presupuestaria de más de 30.000 millones de dólares para pagar a estas empresas. Alrededor del 8% del presupuesto militar de EE.UU. La ganancia anual de los servicios militares privados asciende a los 100.000 millones de dólares. La guerra de Irak significará un aumento de los beneficios. Paul Lombardi, jefe de Dyncorp dice: " Se puede luchar sin nosotros, pero sería mas dificil".

Los gigantes de este sector económico en alza como Dyncorp, MPRI, Vinnel, Cubic o Kellog, Brown & Root, tienen una tasa de crecimiento anual que supera el 10%. Las ganacias de Cubic Corporation, que incluso cotiza en la bolsa, ascendieron el año pasado al 40%.

El mercado de los servicios militares

Contratarlas significa efectividad, especialmente en situaciones conflictivas y casos de rebelión. La tarea principal de las empresas militares privadas no son los ataques directos. Se dedican más al apoyo logístico: entrenamiento, mantenimiento de máquinas y suministro de alimentos para la tropa.

Los campos de entrenamiento son su producto estrella. En la base de DOHA en Kuwait, la empresa Military Professional Resources Incorporated (MPRI) ha asumido este encargo y entrena a los soldados en el Campo de Simulación de Batalla. Otras de las empresas están contratadas en Europa del este para entrenar a las fuerzas especiales de los nuevos miembros de la OTAN. Y también en Arabia Saudita instruyen a las fuerzas militares con el beneplácito del gobierno de Bush. Sólo en ocasiones excepcionales se encargan de los ataques directos al enemigo, por ejemplo, en los Balcanes y en la guerra contra el narcotráfico.

USA Soldaten machen Pause in Umm Kasr
Soldados en Um Qasar.Imagen: AP

La empresa Kellog, Brown & Root (KBR) se ocupó del avituallamiento y los servicios de lavandería de los soldados de EE.UU. en los Balcanes. Según el cálculo de la revista Fortuna, la cuenta esta vez va a ser mas grande. En Oriente Medio hay diez veces más soldados que a finales de los noventa en los Balcanes. Esta vez, KBR también está contratada.Curiosamente, esta empresa es una empresa hermana del gigante del petróleo tejano, Halliburton, cuyo jefe fue hasta el año 2001 Richard Cheney, secretario de Defensa norteamericano durante la Guerra del Golfo en 1991 y actual vicepresidente en la Administración Bush.

Rápidos y discretos

La razón de la creciente demanda de servicios militares privados es el recorte presupuestario de las partidas destinadas al ejército. Ademas el aparato militar se ha vuelto mas complejo. Estas empresas ofrecen la eficiencia que tanto le gusta a Donald Rumsfeld, ministro de Defensa estadounidense. Son rápidos y flexibles y no necesitan pasar por largas discusiones políticas. No tienen que esperar resoluciones del consejo de seguridad.

Tras el golpe de estado en Sierra Leona, ningún país estaba preparado para actuar. La empresa británica Sandline International, asumió el encargo y protegió al presidente Ahman Kabbab con la ayuda de tropas locales.

Empresas de futuro

El ministro británico, Jack Straw, opina que el futuro de los servicios militares privados es muy prometedor. Podrían obligar a la ONU a reaccionar más efectiva y rápidamente ante situaciones de crisis. Según el estratega estadounidense Thomas Adams, estas empresas se han convertido en una prolongación de la política exterior. Son rápidos y mucho más discretos. Cuando los cadáveres de los soldados muertos vuelven a la patria, es una pesadilla. Estas empresas ahorran a quienes contratan sus servicios, los honores de un entierro militar.

Observadores afirman que los servicios militares privados suponen una pérdida del control político ante las intervenciones militares, y que si los ejércitos acaban actuando según criterios empresariales, la guerra en cuestión, carece de legitimidad.