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Si no lo toman, nos vamos

14 de julio de 2004

El grupo automotriz germano-estadounidense Daimler-Chrysler anunció recortes de personal y amenazó con trasladar la producción. Después del precedente sentado por Siemens, otros consorcios alemanes siguen el ejemplo.

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Daimler-Chrysler, otro de los grandes en proceso de reestructuración.Imagen: AP

Daimler-Chrysler anunció en una conferencia de prensa la necesidad de recortar 500 millones de euros en los costes salariales de su fábrica de Sindelfinger, donde se fabrica el Mercedes Clase C . El presidente del consorcio, Jürgen Hubbert, informó del estado de las cuentas de la sociedad y manifestó ante los medios que "es necesario acabar con la enfermedad de Baden Württemberg". Hubert se refería con esto a los privilegios de los que los trabajadores del estado de Baden Württemberg gozan, de acuerdo con los convenios colectivos negociados en la época de la bonanza económica de los grandes consorcios alemanes. El director de Mercedes aludía concretamente a las pausas pagadas de 5 minutos por hora y los suplementos salariales por turno de tarde que se cobran a partir de las 12 del mediodía.

Exportación récord, pero con fábrica incluida.

Caso de no llegar a aprobar un nuevo convenio colectivo, la dirección de Daimler amenazó con desplazar la producción de su factoría de Sindelfingen a Bremen y a Sudáfrica. La jornada semanal, según los acuerdos con los sindicatos del metal, es en Bremen de 31,9 horas de trabajo efectivo, mientras que en Baden Württemberg es sólo de 30,3 horas semanales. La empresa fue tajante en la necesidad de esta medida: "Sindelfingen necesita al Mercedes Clase C. Sin el Clase C, Sindelfingen tendrá un verdadero problema", afirmó la dirección del consorcio.

Por otra parte, los dirigentes sindicales del sector metalúrgico criticaron duramente la medida. "Eso es capitalismo puro. Los grandes consorcios alemanes ya no respetan el valor del compromiso social" , declaró Jörg Hoffmann, dirigente del sindicato IG Metall. Los sindicatos se muestran preocupados ya que el desplazamiento de la producción a otras ciudades significaría la pérdida de 6.000 puestos de trabajo en la factoría de Sindelfingen. Otros jefes sindicales también compartieron la postura de Hoffman calificando la decisión del consorcio como "presión y amenaza inaguantable para encauzar el debate de la duración de la jornada laboral".

También los líderes políticos mostraron su preocupación. El dirigente del grupo parlamentario del Partido Socialdemócrata (SPD), Michael Müller, calificó la decisión de Daimler-Chrysler como "una interpretación errónea del espíritu empresarial en Alemania". Por contra, el canciller alemán Gerdhard Schröder, restó importancia a la decisión del consorcio, alegando que la jornada laboral debe ser flexible y negociada por sectores. El canciller llamó a los sindicatos a no caer en la interpretación unilateral de la decisión de Daimler-Chrysler y ser flexibles para lograr un acuerdo con la empresa.

Este conflicto laboral se produce en momentos en que la economía alemana mostraba signos de levantar la cabeza. La Federación de la Industria Alemana Automotriz (VDA) presentó el informe anual de 2004. Su presidente Bernd Gottschalk, informó que el sector prevé un volumen de exportación de 3,75 millones de automóviles para este año. Gottschalk resaltó que nunca antes se habían logrado estas cifras. Asimismo, el presidente de VDA cuenta con que el número de nuevas matriculaciones en Alemania siga creciendo hasta alcanzar los 3,24 millones de vehículos en 2004. Se prevé superar el récord de producción llegando este año a los 5,25 millones de unidades.

Tras el precedente de Siemens

El panorama económico en Alemania no cambia pese a que las perspectivas de crecimiento aumentan. Siemens comenzó la ofensiva empresarial frente a los elevados costes salariales amenazando con cerrar sus plantas de producción en el estado de Renania del Norte-Westfalia. Con esta amenaza, la patronal más grande de Alemania, consiguió que los trabajadores negociasen un nuevo convenio, y logró la reducción de los extras de Navidad y el aumento de la jornada laboral. Ahora es Daimler quien le sigue y Volkswagen ya anunció medidas de recorte, debido a los bajos beneficios que produce la actual serie del Golf. ¿Qué depara el futuro para un país, símbolo de la justicia social frente al capitalismo?