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Serie de atentados en Irak deja decenas de muertos

9 de septiembre de 2012

Entre los ataques se cuenta uno ocurrido perpetrado por extremistas sunitas próximos a Al Qaeda. En Kirkuk, terroristas hicieron explotar varios coches bomba.

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Imagen: Reuters

Al menos 53 personas murieron hoy y unas 170 sufrieron heridas en una serie de atentados con bomba y ataques en Irak, que dejaron principalmente víctimas de las fuerzas de seguridad y la minoría chiita, según confirmaron fuentes de seguridad y los equipos de rescate.

Un tribunal en Bagdad condenó además a muerte al vicepresidente iraquí, Tariq al Hashimi, por cargos de terrorismo. Al Hashimi, que abandonó el país antes del inicio del juicio el 3 de mayo y se encuentra en paradero desconocido, fue acusado de liderar un escuadrón de la muerte y de estar involucrado del asesinato de un abogado y miembros de los servicios de seguridad.

Al Hashimi, el sunita con mayor cargo en el país, negó las acusaciones y denunció un complot político por parte del gobierno chiíta del primer ministro, Nuri al Amaliki. Al Hashimi buscó refugio en la región semiautónoma kurda del norte de Irak en diciembre, después de que se decretara una orden de arresto en su contra. Según informaciones no confirmadas, habría huido después a Turquía y Qatar.

Dentro la serie de atentados de hoy, por primera vez en mucho tiempo explotaron bombas también en el sur del país, casi completamente chiita. Las fuerzas de seguridad atribuyeron los atentados a extremistas sunitas próximos al brazo iraquí de Al Qaeda.

En la ciudad de Amara, en el sur, 12 personas murieron en dos explosiones consecutivas ante un arca chiita. Mientras, en Kirkuk, una ciudad rica en petróleo, la explosión de varios coches bomba provocó la muerte a 12 personas. Entre ellos se encontraban siete reclutas de policía que esperaban frente a la oficina de una compañía petrolera para presentar su solicitud para un trabajo como vigilante de seguridad.

También explotaron varias bombas en la ciudad de Mosul, una de las cuales mató a tres personas en una zona residencial chiita. En Duyail, a 65 kilómetros al norte de Bagdad, rebeldes asaltaron un puesto de control del Ejército y mataron a 11 soldados.

Mientras, en Nassiriya, en el sur del país, dos bombas detonaron frente al consulado francés, provocando la muerte a dos civiles y heridas a otros seis. En Basora, dos personas murieron por la explosión de un coche bomba en un mercado.

Los atentados siguen formando parte del día a día en Irak, aunque alcanzaron su momento más sangriento en 2006 y 2007, con miles de muertos. En la mayoría de los casos, los atentados se los atribuye la rama iraquí de Al Qaeda.

Fuente: DPA

Editor: Enrique López