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En Belgrado, la promoción de la cultura por parte de las autoridades es practicamente inexistente. No obstante, en la escena cultural alternativa de la capital serbia no se ha perdido la esperanza. Deseosos de aprovechar los espacios vacíos, artistas serbios renuevan barrios enteros con ayuda de jóvenes europeos. El proyecto de uno de ellos, financiado por la ciudad holandesa de La Haya, rebosa creatividad. Quiere dar una nueva imagen a la ciudad.