Schumacher: juvenil abuelo de la Fórmula 1

El as que conduce para Ferrari dijo que se sentía mucho más joven de los 36 años que realmente tiene y que desborda de motivación.

"Entro en la nueva temporada como en todas las anteriores: hambriento de éxitos, con ganas de luchar en las carreras que se avecinan. Amo mi deporte y amo los desafíos", dijo Schumacher.

Agregó que lo que ha logrado hasta ahora no influye sobre su forma de ver las cosas. "Lo pasado, pisado. Así es en el deporte", comentó Schumacher lapidariamente el lunes las nuevas disposiciones.

"Uno que otro tironcito"

Evidentemente, para el conductor, elegido recientemente deportista del siglo, el tiempo pasa más lentamente que para otros, si bien reconoció que "aquí y allá siento uno que otro tironcito".

Pero "mi condición es excelente y sobre todo no estoy cansado mentalmente. Lo que hago continúa gustándome a más no poder", sentenció.

Un particular desafío para el campeón mundial son los cambios en los reglamentos. Están pensados para frenar un poco a los automóviles, que amenazaban con extralimitarse.

"Nada se detiene"

"Eso es lo interesante para mí en la Fórmula 1", comentó Schumacher, "que nada se detiene. Siempre hay que seguir desarrollándose. El año próximo todos tendremos que acostumbrarnos a las nuevas reglas. Será una nueva Fórrmula 1".

"Los bólidos serán dos o tres segundos más lentos", agregó. Acotó que al comienzo fue algo escéptico con respecto a las nuevas modalidades. Pero en Brasil terminó por reconocer que "tiene que ser".

"Los coches son tan rápidos, que las fuerzas que actúan sobre el conductor alcanzan enormes dimensiones. En Brasil vi que muchos de mis colegas apenas si podían mantener erguida la cabeza después de las carreras. Y a mí mismo me resultó difícil".