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Sayonara Yokohama, bienvenidos a Alemania

30 de junio de 2002

Adiós al Mundial 2002. Y hasta la vista, en Alemania. La tradicional fórmula marca el relevo. Ha comenzado la cuenta regresiva para el próximo campeonato del mundo, en que el vicecampeón de hoy oficiará de anfitrión.

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Alemania se prepara para el 2006.Imagen: AP

1.439 días tendrán que esperar los hinchas, para volver a caer en las redes de la euforia mundialista. El 9 de junio del 2006 sonará el pitazo inicial del siguiente torno, en Alemania. La invitación fue lanzada al mundo, a través de un video de 45 segundos, por el jefe del comité organizador germano, Franz Beckenbauer.

Bastantes impresiones se lleva el Kaiser de Japón y Corea del Sur, que ofrecieron una organización e infraestructura impecables. Particularmente impresionó la forma en que se resolvió el problema de la seguridad, con despliegues a veces impresionantes, sobre todo en los partidos en que tomó parte Estados Unidos.

Zona libre de hooligans

Pero ni Tokio ni Seúl tuvieron que hacer frente a la verdadera plaga de los encuentros futbolísticos: por fortuna, los indeseables hooligans no se decidieron a viajar tan lejos y, lo que es mejor, no encontraron emuladores asiáticos. En Europa, desgraciadamente, el asunto será diferente.

Desde ya, el ministro del Interior alemán, Otto Schily, ha comenzado a reflexionar sobre posibles medidas preventivas. A mediados de octubre se llevará a cabo un simposio internacional en Berlín, para intercambiar experiencias con representantes de países que hayan organizado grandes campeonatos deportivos en los últimos años.

El caos de las entradas

Al margen de las merecidas alabanzas a los anfitriones de la Copa 2002, también salieron a relucir problemas que se espera poder evitar en lo sucesivo. Por ejemplo, el del caos en la venta de entradas, que provocó que muchos hinchas no lograran acceso a los estadios, pese a quedar muchos puestos vacíos. A esta situación se atribuye, al menos en parte, el hecho de que la cuota de asistencia de público haya sido la más baja desde el Mundial que se jugó en España, en 1982.

De acuerdo con las estadísticas que entregó este domingo la Fifa, un total de 2. 708 538 aficionados vieron personalmente los partidos, incluyendo la final entre Brasil y Alemania. En promedio, fueron 42. 320 espectadores por encuentro. Los alemanes esperan un balance diferente en este aspecto, en casa.

"La distribución de entradas cambiará sustancialmente", garantizó uno de los encargados. Es probable que no se contrate a una empresa intermediaria, como ocurrió en este Mundial. Además, se asegura que los precios serán accesibles para todos los hinchas. "Esperamos contar con un lleno total en los estadios" indicó el vicepresidente del comité organizador germano,Wolfgang Niersbach. Ello implicaría que cerca de 3,2 millones de personas verían el mundial desde las graderías.

Innovaciones para el 2006

También habrá novedades en el aspecto futbolístico. Por ejemplo, el campeón ya no tendrá automáticamente asegurada la participación en el próximo campeonato del mundo. La medida de la Fifa causó sorpresa. Pero favorecería las aspiraciones de Alemania, que quisiera jugar en el partido de apertura del 2006, en su calidad de anfitrión. Tal honor ha estado reservado desde 1974 al defensor del título.

Cabe esperar igualmente reformas en el procedimiento para la designación de los árbitros, después de las fuertes críticas que provocó la actuación de algunos en esta Copa del Mundo. Además se piensa en modificar el calendario de las ligas europeas, para evitar que los jugadores lleguen exhaustos al próximo Mundial, sin tiempo para recuperarse de sus lesiones, como les ocurrió a varios astros esta vez.

El balance, sin embargo, es excelente para los organizadores. Los mejores equipos del mundo se despiden de Corea del Sur y Japón agradecidos, y las miradas se dirigen ya hacia Alemania, donde volverán a encontrase en el 2006.