San Marino no es el patrono del fútbol
6 de septiembre de 2006
Simoncini, Della Valle, Valentini... al oír esos nombres, podría uno haber pensado que era Italia la que se enfrentaba a Alemania, en busca de la clasificación para la Eurocopa 2008. Pero basta una mirada de soslayo a lo que ocurría en la cancha para comprender que no era la Squadra Azurra, campeona del mundo, la que disputaba el balón a los germanos, sino la selección de San Marino. El marcador así lo corroboró despiadadamente: por 13 a 0 derrotó Alemania al equipo -de carácter amateur- de la minúscula república enclavada en Italia.
Contienda desigual
No hay nada que hacer: San Marino, ermitaño fallecido en el año 395 y patrono del estado que lleva su nombre, de seguro no es él santo de los futbolistas. Por muchas velas que se le hayan encendido en su fiesta el 4 de septiembre, dos días después su equipo no logró echar por tierra la lógica, ni cumplir su cometido de evitar una goleada.
Alemania se impuso con toda comodidad sobre el desigual rival, anotando 6 tantos en el primer tiempo y 7 en el segundo. Todos tuvieron su oportunidad de batir al arquero de San Marino: Lukas Podolski (cuatro veces), Bastian Schweinsteiger (dos veces), Miroslav Klose (dos veces), Michael Ballack, Thomas Hitzlsperger (dos veces), Manuel Friedrich, Bernd Schneider, en fin, un ramillete completo de jugadores germanos que, tras cada tanto, parecían no atreverse a celebrar realmente, por consideración a la debilidad del adversario.
Balance lapidario
El desenlace del partido no es realmente una hazaña, aunque haya sido por más de una docena de goles. El historial futbolístico de San Marino es elocuente, con un saldo de 4 goles a favor y 143 en contra, a los que hay que sumar ahora los anotados por Alemania, como visitante. Sólo una victoria ha quedado registrada en los anales del fútbol de esta república: la de 1 a 0 obtenida ante Liechtenstein, en abril del año 2004.
En vista de estos antecedentes, no procede en realidad evaluar seriamente el desempeño de la selección alemana. Los chicos dirigidos por Joachim Löw más bien se dieron un festín de goles, que sirve para animar los espíritus y quizás para calentar motores, como un entrenamiento. Pero no más. Para San Marino, en cambio, pese a la abultada derrota, fue una de las jornadas más importantes de su historia futbolística, porque Alemania ha sido "el rival más fuerte" que haya enfrentado, como señaló el entrenador Giampaolo Mazza. Para él, desde ya, fue un acontecimiento que los alemanes hayan jugado contra San Marino con su equipo titular.