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Salvamento: "Rusia aprendió a no rechazar ayuda"

8 de agosto de 2005

Los siete marinos rusos encerrados en un minisubmarino en el fondo del océano fueron salvados porque Rusia esta vez aceptó la ayuda extranjera. La prensa europea comenta hoy los sucesos.

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Marinos rusos: salvados con ayuda británica.Imagen: AP


El diario alemán NEUE PRESSE, de Hannover, dice: "La nueva sensibilidad del Kremlin puede ser calificada de sensacional. Putin nunca le hubiera podido explicar a la población (y tampoco al resto del mundo) por qué rechazar ayuda extranjera en este caso. Putin necesita a la población para su guerra en Chechenia y también para llevar a cabo sus reformas sociales. Así se vio obligado a aceptar la ayuda británica y proporcionarles a los siete marinos una posibilidad real de salvamento. Para ellos fue realmente un buen día."

"Rusia ha fracasado"

El diario THE DAILY TELEGRAPH, de Londres, opina: "A pesar de la impresionante evolución de los indicadores económicos en los últimos años, Rusia ha fracasado en darle a su población la seguridad, la justicia, el sistema de salud, el fin de la corrupción o simplemente la libertad que se merece. Y lo que es más triste: muchos rusos piensan efectivamente que los gobernantes en el Kremlin los han engañado. Rusia, el Estado y la sociedad no funcionan. Y no son sólo sus minisubmarinos los que tienen que ser puestos al día urgentemente.

"Una victoria y simultáneamente una derrota"

El diario Moskowski Komsomolez, de Moscú, escribe: "¡Viven! ¡Salvados! Con esas palabras comenzaron el domingo todos los noticiarios. El drama en relación con los siete marinos encerrados bajo las aguas del océano ha tenido un final feliz. Fue una victoria total. Y simultáneamente una derrota total. Nuestra Marina no puede estar orgullosa de lo sucedido. A lo sumo puede enorgullecerse de que, luego de la tragedia del Kursk, aprendió a no rechazar la ayuda de otros países, antes potencialmente enemigos".

"Los rusos algo han aprendido"

El diario Nepszabadsag, de Budapest, editorializa: "Quedó demostrado que los rusos, cinco años después de la tragedia del submarino Kursk, algo han aprendido, aunque poco. (...) Dirigidos a su propio público, los medios rusos mencionan muy cautamente la participación extranjera en la operación de salvación. Parece como si el "orgullo de la Gran Rusia" impidiera mirarle a los ojos a al verdad. Pero en Moscú se logró dar el paso decisivo: evidentemente se dio más importancia a la vida de los siete marinos que al papel de Rusia como gran potencia. Los salvaron. Y Rusia no ha perdido la vergüenza. Al contrario."

"La manía rusa con el espionaje"

El BERNER ZEITUNG, de Suiza, escribe: "Los asistentes de los Estados de la OTAN pudieron incluso echarle mano a objetos militares altamente secretos, por cuya existencia toda Kamchaka está cerrada para extranjeros hasta hoy. Quien conoce la manía rusa en relación con el espionaje puede imaginarse cuánto les ha costado a los militares rusos superar esas viejas barreras. Pero ahora toda Rusia se pregunta por qué cinco años no han bastado para desarrollar un sistema propio de salvamento submarino. A pesar de contar sólo con una técnica antigua y poco adecuada para ser empleada, la flota rusa coquetea todavía con aires de gran potencia."