Los "marryokes", vídeos de boda en los que la pareja de novios y sus invitados cantan una canción en playback, son cada vez más populares. La canción está ya grabada y sólo hay que cantarla en sicronía de labios. Eso sí, tiene que hacerse lo más divertido posible, imitando a las estrellas del pop. El vídeo lo suelen grabar empresas especializadas, que luego lo editan y lo suben a Internet.