Publicidad
La penitenciaría de Ramnicu Sarat, en el este de Rumania, gozaba de una fama nefasta. Entre 1956 y 1963, bajo la dirección de Alexandru Visinescu, estuvieron recluidos aquí intelectuales, clérigos y políticos críticos con el gobierno. Ahora, la fiscalía superior de Rumania ha abierto un proceso contra el antiguo director de la prisión, de 88 años. Se acusa a Visinescu de haber tenido un papel importante en el asesinato de perseguidos políticos. Para los supervivientes y las familias de las víctimas, este juicio no es más que el principio del proceso de superación. Más de 600.000 personas fueron encarceladas en Rumania después de la segunda guerra mundial por motivos políticos. Cada quinto falleció durante el encierro.