Rousseff: favorita para la segunda vuelta

El País, de Madrid: “Las elecciones presidenciales brasileñas no han servido en su primera vuelta para dar la victoria a Dilma Rousseff, como muchos vaticinaban. Pero la candidata del partido gobernante sigue siendo clara favorita para ganar el 31 de octubre la presidencia de la República a José Serra, el aspirante centroderechista. Mucho dependerá en esa confrontación decisiva de la actitud que adopten los votantes del partido Verde, de Marina Silva, de cómo se repartan entre los dos aspirantes en liza. Los ecologistas se han convertido en la formidable sorpresa de los comicios, al alzarse prácticamente con un 20% del voto, contra todo pronóstico y básicamente a expensas de Rousseff. Es muy improbable que Serra, tan políticamente experimentado como plúmbeo en su campaña, tenga posibilidades reales de remontar los 14 puntos de diferencia que le ha sacado la sucesora designada por el presidente Lula.”

Segunda vuelta no es humillación

Neue Zürcher Zeitung, de Zúrich: “La facilidad con que Brasil logró llevar a 135 millones de votantes a las urnas y, seis horas más tarde, dar a conocer el resultado de las elecciones es un ejemplo más de cómo ha progresado ese importante país latinoamericano. La maquinaria electoral, totalmente electrónica, sería un éxito de exportación, especialmente si se la usase en los EE.UU. El hecho de que la favorita, Dilma Rousseff, deba ir a una segunda vuelta no es algo humillante. Incluso su mentor, Lula da Silva, tuvo que pasar por lo mismo durante su reelección en 2006. El Gobierno de Lula estuvo marcado por diversos escándalos de corrupción. A pesar de todos los esfuerzos del patriarca carismático, Roussef no pudo corregir su descolorida imagen de administradora eficiente .”

Edwards cambió la vida de millones de personas

The Times, de Londres: “Los premios Nobel se entregan por descubrimientos científicos, por compromiso humanitario y también, parecería ser, por capricho, como sucedió con el Premio Nobel de la Paz al presidente Barack Obama el año pasado. Rara vez se encuentra a un premiado cuya capacidad intelectual haya cambiado la vida de millones de personas. Robert Edwards, sin embargo, sí pertenece a esta categoría. Sus logros se deben tanto a la inspiración como a un trabajo incansable de investigación. Hizo descubrimientos decisivos sobre la maduración de células humanas y sobre el momento óptimo para la fecundación. En pocas palabras, revolucionó la fecundación artificial.”

Pasión por la ciencia

La República, de Roma: “El premio Nobel de medicina a Robert Edwards no sólo certifica el valor científico de su descubrimiento de la fecundación in vitro, sino también su valor ético. En una sociedad en la que el promedio de expectativa de vida aumenta constantemente y en la que también la decisión de tener hijos se posterga por un tiempo cada vez más largo, la técnica de Edwards ha ampliado la libertad de elección de la mujer. Y es justamente esa mayor libertad de decisión, que permite a las mujeres sobrepasar los límites que impone la naturaleza, la que el Vaticano rechaza con indignación. Pero detrás del descubrimiento de Edwards se oculta no sólo el mal, como parece suponer la Iglesia católica. Detrás de la fecundación artificial se esconde una gran pasión por la ciencia y el intento de hacer realidad el deseo de ser madre, algo que muchas mujeres no pueden lograr por vía natural.”

CP/dpa

Editora: Luna Bolívar Manaut