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Robo de cobre en Alemania, un problema para Deutsche Bahn

22 de septiembre de 2023

En Alemania se producen cada vez más robos de metales, principalmente de cobre, lo que causa pérdidas millonarias y retrasos de trenes en la empresa ferroviaria alemana Deutsche Bahn. Es una materia prima que escasea.

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Un trabajador escanea barras de cobre.
No hay otro material que pueda sustituir al cobre.Imagen: Thomas Trutschel/photothek/picture alliance

La empresa ferroviaria alemana Deutsche Bahn (DB) además de tener que rehabilitar casi toda su infraestructura, tiene que luchar contra el robo de cobre. Sólo en 2022 y según la revista económica Handelsblatt, se produjeron daños por valor de unos 6,6 millones de euros.

Según el rotativo, en 2023 se han visto afectados 2.644 trenes por el robo de dicho metal, lo que ha provocado más de 700 horas de retrasos.

Y no sólo se roba cobre en la DB sino también en edificios privados, torres de iglesias, fábricas de cobre y empresas de reciclaje.

Escasez de una materia prima crítica

El cobre es un metal muy solicitado por su conductividad eléctrica. Todos los aparatos eléctricos, desde tostadoras hasta coches eléctricos, necesitan cobre. Joachim Berlenbach, fundador, director general de ERI AG (Earth Resource Investment) y experto en el tema, cree que "la demanda futura de cobre aumentará enormemente”.

Berlenbach dijo a DW que "simplemente no tenemos suficiente cantidad de esta materia prima crítica. Esto a menudo es ignorado por los defensores de la transición energética".

¿Por qué es tan caro el cobre?

La oferta y la demanda determina también el precio del cobre. Berlenbach afirma que el desarrollo económico de los países emergentes es una de las causas por las cuales el uso de ese metal se incrementará cada vez más. El aumento del PIB en países como China e India propiciará mejoras en el nivel de vida: "Se conducirán más automóviles, se necesitará más aire acondicionado y se construirán casas con cableado eléctrico. La demanda de energía, electricidad y, por tanto, también de cobre, aumentará en gran medida", explica.

Según la empresa ERI AG, se habrían extraído alrededor de 700 millones de toneladas de cobre en la historia de la humanidad y "se estima que necesitaremos aproximadamente la misma cantidad de cobre en los próximos 30 años".

Al mismo tiempo, "cada vez es más difícil encontrar yacimientos de cobre para su extracción. Los yacimientos geológicos existentes se concentran en unos pocos países, por ejemplo, en Chile y en la República Demorática del Congo, donde el riesgo geopolítico para las empresas mineras no es insignificante. Esas empresas sólo se arriesgarán a trabajar allí si eso les trae rédito económico", señala.

Bloques de chatarra comprimida de cobre.
El cobre también es valioso como material para el reciclaje.Imagen: Christian Charisius/dpa/picture alliance

¿A dónde va el metal robado?

El diario Tagesspiegel citó al director general de la Asociación Alemana de Comerciantes y Recicladores de Metales (VDM), Ralf Schmitz, quien afirmó que deshacerse del metal no ferroso robado en Alemania es difícil, porque, cuando se vende cobre, se registran los datos personales de los socios comerciales. En caso de robos importantes, se advierte a los otros miembros de la VDM, por ejemplo, a Polonia, país que " tiene un sistema tan eficiente como el que tenemos en Alemania".

Por eso, Schmitz sospecha que los ladrones de metales prefieren vender su botín en el extranjero, sobre todo, porque las aduanas no pueden controlar adecuadamente estos movimientos de mercancías. "La mayor parte del material ya no va hacia Europa", declaró Schmitz al Tagesspiegel. "La mayor parte del material, esa es mi teoría, se va a través de contenedores de ultramar", dijo.

"No hay sustituto para el cobre”

Los ladrones no sólo están cada vez mejor organizados, sino que también son más despiadados. Durante la investigación sobre el robo de millones de euros en la empresa metalúrgica alemana Aurubis, los funcionarios confiscaron partes de los bienes robados: diez vehículos, más de 200.000 euros en efectivo, y varias armas de fuego y munición.

El robo de cobre no solo tiene lugar en Alemania. Joachim Berlenbach recuerda que durante su estancia en Johannesburgo, Sudáfrica, "cierta vez, arrancaron todas las líneas telefónicas" de la calle donde vivía.

Al experto no se le ocurre ninguna medida para detener a los ladrones. El modelo de negocio de los piratas de metales no ferrosos parece, de momento, que no cambiará en el futuro. Berlenbach dijo a DW que "lamentablemente no existe ningún sustituto para los alambres de cobre, se trata simplemente de un hecho de la Física".

(rmr/cp)