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Retirada de Gaza: ¿un paso hacia la paz?

15 de agosto de 2005

La prensa europea publica múltiples comentarios sobre la retirada de los asentamientos israelíes de la franja de Gaza, que se inició formalmente con la entrega de notificaciones de desalojo a los colonos.

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Anticipadamente celebran los palestinos la salida de los israelíes.Imagen: AP

La Repubblica, de Roma, opina: "Tal como era previsible, la larga historia de los asentamientos se ha convertido en un desafío a la naturaleza de la democracia israelí. La retirada de Gaza pone de manifiesto el conflicto entre la legitimación política y religiosa de las instituciones israelíes. (...) Al mismo tiempo, vuelve a perfilarse -después de lo ocurrido con Rabin- el riesgo de que extremistas israelíes amenacen la vida de un primer ministro debido a su posición en asuntos territoriales. Israel se encuentra ante la hora más dramática de su historia."

El imprescindible proceso de paz

Der Standard, de Viena, apunta: "Es lógico sentir preocupación por los próximos acontecimientos. Muchos temen que, si tras la retirada de Gaza no se desarrolla un proceso político que desemboque en un Estado palestino, se desate una tercera Intifada, derramando aún más sangre entre israelíes y palestinos. En efecto, mediante una 'desconexión' no se puede lograr de golpe lo que debería ser fruto de un proceso de paz: seguridad y reconocimiento para Israel, y una vida sin ocupación para los palestinos. Sin embargo, ahora no se debería desperdiciar la oportunidad que se presenta: el paso israelí sigue siendo unilateral, pero en lo concreto es probable que la cooperación con las autoridades palestinas no funcione tan mal. Ambas partes vuelven a conocerse, tras años de división. También es importante la participación de Egipto en todo el proceso, no sólo por consideraciones de seguridad, sino también de política regional."

Paso de mediano alcance

Politiken, de Copenhague, comenta: "El desalojo de los asentamientos israelíes de la franja de Gaza no es el gran salto, sino un paso de mediano alcance en el camino hacia la paz. A corto plazo, la retirada reporta beneficios a los palestinos, pero, a la larga, podría adquirir dimensiones peligrosas. Por una parte, Gaza no es el comienzo de un Estado independiente. Al menos no lo será mientras Ariel Sharon y su gobierno no se hayan comprometido más que a una retirada cosmética de la igualmente ocupada Cisjordania. Por otro lado, el movimiento Hamás ha jurado proseguir su lucha hasta que 'los agresores israelíes' sean lanzados al Mediterráneo. Y, en tercer lugar, la derecha religiosa ha vuelto a cobrar bríos en Israel, como resultado de su intensa campaña contra la retirada. En los últimos años, las fuerzas moderadas de ambos bandos han tenido que actuar en condiciones cada vez más difíciles, y no hay muchos indicios de que en el futuro la situación mejore."

El origen del conflicto

Le Temps, de Ginebra, se pregunta: "¿Qué hará después Ariel Sharon? Probablemente dependerá de cómo se desarrolle la retirada. ¿Cuánto tiempo soportará la opinión pública las imágenes de colonos que se encadenan a sus casas en la franja de Gaza o incendian autobuses en los que se intente trasladarlos a Israel? Nadie lo sabe. Pero el problema del territorio no es el resultado, sino el origen del conflicto palestino-israelí. Dentro de las fronteras internacionalmente reconocidas del Estado de Israel, los israelíes están en casa. Fuera de esas fronteras, habitan de manera ilegal donde sus vecinos."