Renuncia el director de la Bolsa Alemana

Así fue dado a conocer durante una sesión extraordinaria del consejo de supervisión de la Bolsa Alemana el lunes. El director del consejo de supervisión, Rolf Breuer, ex presidente del directorio del Deutsche Bank, se retira a fines de año. La noticia cayó como una bomba en los medios financieros alemanes. Breuer fue encargado también de buscar un nuevo presidente del directorio, pero externo.

También Lord Levene y otros tres miembros del consejo de supervisión, cuyos nombres todavía no han sido dados a conocer, renunciaron a sus puestos. Las renunciantes fueron catapultados de sus puestos por accionistas críticos de la política de la Bolsa Alemana S.A.

Por precaución, las acciones del grupo fueron retiradas del comercio hasta las 16.30 hora local, para evitar corridas y especulaciones. El detonante de la lucha por la empresa fue la oposición de un grupo de accionistas anglosajones críticos de la empresa, liderados por los fondos de inversiones británicos Hedge-Fonds TCI y Atticus.

Un chivo expiatorio

Ya a comienzos de marzo, ese grupo había obligado a abandonar los planes de fusión de la Bolsa Alemana con la Bolsa de Londres (London Stock Exchange/LSE). Como chivo expiatorio había sido identificado Rolf Breuer, que iba a ser expulsado en la asamblea general del 25 de mayo.

En las últimas conversaciones con los accionistas críticos ya se había más que esbozado que el actual directorio no goza de la confianza de éstos. La lucha por el poder que llevó a la eclosión de hoy se pulseaba desde hace semanas.

Para aplacar a los críticos, la Bolsa Alemana había anunciado el reparto de dividendos por 1500 millones de euros en los próximos dos años, que era una de las exigencias centrales de los críticos.

Seifert y Mathias Hlubek, el director financiero, habían presentado los planes de reparto de dividendos en los últimos días a los accionistas británicos. También Breuer se había reunido con los accionistas críticos.

Descontento subestimado

Pero esas conversaciones no surtieron los efectos deseados. Los inversionistas se obstinaron en exigir la renuncia de Seifert y Breuer. En la prensa alemana se había especulado en los últimos días que éstos suman actualmente el 35% del capital. La cifra no está confirmada.

Pero evidentemente Seifert y Breuer subestimaron durante mucho tiempo el descontento existente, no sólo en el fondo TCI, sino también entre otros grandes inversionistas, como los fondos Fidelity, Capital Group y Merrill Lynch. Éstos había advertido que el actual consejo de supervisión no defiende los intereses de la mayoría de los accionistas.

Éstos, efectivamente, no están representados prácticamente en el consejo. En el ínterin sólo el 7% de las acciones se hallan en manos de alemanes y casi la mitad en portafolios de fondos de inversión británicos.

Pero también en Alemania se había formado un frente de resistencia a la gerencia de la Bolsa. Deka, el fondo de inversiones de las cajas de ahorro alemanas, había anunciado el fin de semana que en la votación en la asamblea general se abstendría, lo que hubiera supuesto en definitiva llevar agua al molino de los críticos.

¿Qué planes tienen los críticos?

En el entorno del consejo de supervisión se manifestó que con la inclusión de los accionistas críticos en ese consejo, éstos van a tener ahora que mostrar sus cartas en relación con los planes respecto al futuro de la Bolsa Alemana. Hasta ahora no se sabe cuáles son p. ej. las ideas de Chris Hohn, director de TCI.

El Grupo Bolsa Alemana es más que un organizador del mercado de acciones y bonos. También ofrece servicios de transacciones, permitiendo el acceso rápido y a costos ventajosos de empresas e inversionistas a los mercados globales de capital.

Esos servicios abarcan toda la cadena de comercio de acciones y a término, el procesamiento de encargos y la puesta a disposición de informaciones de mercado, hasta el desarrollo y funcionamiento de sistemas electrónicos de comercio.

Más de 3.200 empleados ofrecen esos servicios a clientes en Europa, EEUU y Asia. La Bolsa Alemana mantiene oficias en Alemania, Luxemburgo, Suiza, España y EEUU y representaciones en Londres, París, Chicago, Nueva York y Dubai.