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Refugios pesqueros para recuperar la vida marina de Escocia

Richard Baynes
29 de junio de 2021

El dragado había devastado las ricas aguas que rodean la isla escocesa de Arran. Una zona de exclusión de pesca ha permitido recuperar la vida marina. Los activistas quieren establecer zonas similares en toda Escocia.

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Una langosta sobre una roca bajo el agua.
Una iniciativa comunitaria en la isla escocesa de Arran ha contribuido a la recuperación de la población de langostas.Imagen: Howard Wood

Fue el ritmo del cambio lo que hizo que Howard Wood sospechara de que algo iba mal. En los años 70, cuando empezó a bucear en los mares cristalinos de la isla escocesa de Arran, el fondo marino albergaba una colorida variedad de peces, mariscos y plantas.

"A finales de los 80 me di cuenta de que cada año desaparecían nuevas especies. No se trataba de un cambio evolutivo largo y lento, sino de algo rápido”, recuerda Wood, buceador y cofundador de la Fundación para la comunidad del lecho marino de Arran (del inglés, Community of Arran Seabed Trust, COAST).

Wood fue testigo del impacto de un nuevo tipo de draga que podía utilizarse para recoger vieiras, un apreciado marisco, en fondos marinos en los que antes no se podía pescar de esta manera. En 1984, el Reino Unido derogó las leyes del siglo XIX que prohibían la pesca de arrastre a menos de tres millas (cinco kilómetros) de las costas escocesas.

Howard Wood..
Howard Wood está afincado en Arran y ha puesto en marcha una iniciativa popular para salvar la vida marina de la isla.Imagen: Richard Baynes

De la esterilidad a la abundancia

A principios de la década de 1990, la costa se estaba convirtiendo en un desierto submarino, recuerda Wood. Así que, en 1995, él y unos cuantos amigos hicieron una campaña para establecer un área marina protegida (AMP) frente a la isla.

Wood se inspiró en su amigo Don McNeish, que había sido testigo del efecto transformador del área marina protegida de Leigh, cerca de Auckland, Nueva Zelanda. Esta zona fue una de las primeras zonas protegidas del mundo.

Tras 13 años de campaña, en 2008 el gobierno escocés designó un refugio pesquero de 2,67 kilómetros cuadrados en la parte norte de la isla. La zona se estableció en torno a la bahía de Lamlash, un tramo de mar plateado de postal adornado por la gigantesca roca de Holy Island. Esta zona está ahora totalmente protegida de toda pesca y otras extracciones.

En los primeros cinco años, los estudios realizados por científicos marinos del gobierno solo revelaron cambios menores en la población de vieiras. Como resultado de la sobrepesca, un estudio de 2010 describió un "colapso ecológico” en el fiordo o estuario de Clyde, donde también se encuentra la bahía de Lamlash. Dos biólogos marinos de la Universidad de York, Inglaterra, dirigieron el proyecto de la investigación. Encontraron descensos de hasta el 99 por ciento en algunas poblaciones de peces. 

Una imagen de un fondo marino vacío.
Wood empezó a bucear en la década de 1970 y en los años 80 se percató del retroceso de la vida marina, antes abundante.Imagen: Howard Wood

Sin embargo, poco a poco los beneficios de la zona de Lamlash se están haciendo evidentes, según el ecologista marino Bryce Stewart, de la Universidad de York, que ha estudiado la zona.

"Hemos observado un aumento general de la biodiversidad en comparación con las zonas contiguas”, cuenta. "Tenemos casi cuatro veces más densidad de vieiras en el área de pesca cerrada que en 2010. Además, son mucho más grandes, viejas y prolíficas desde el punto de vista reproductivo. También hemos visto un gran aumento en el número de langostas”, explica.

Las langostas son ahora cuatro veces más abundantes en la zona de exclusión de capturas en comparación con las áreas circundantes. Las algas, los corales y otras formas de vida también han prosperado de nuevo, según Howard Wood.

Vista de una pequeña isla en una bahía.
La bahía de Lamlash atrae a pescadores de recreo y buceadores. Imagen: Richard Baynes

Apoyo local

El Reino Unido cuenta ahora con cuatro zonas de extracción prohibida y la idea se está extendiendo a otros países. Wood afirma que personas y organizaciones de todo el mundo se han puesto en contacto con COAST para pedir consejo sobre la creación de este tipo de áreas, entre ellos, países como España y Mauricio.

Su consejo es siempre "conseguir el apoyo de la población y el de la política vendrá después”.

Vieiras sobre algas bajo el agua.
En la bahía de Lamlash se estableció una zona de exclusión de pesca tras una larga campaña de Howard Wood y otros activistas. Desde entonces, las poblaciones de vieiras se están recuperando, así como otras especies.Imagen: Howard Wood

Concienciar y educar a la gente sobre la vida marina ayuda a aumentar el apoyo de la comunidad, según Jenny Stark, que dirige el programa de divulgación de la organización. COAST proyectó películas a grupos comunitarios locales para ayudar a ganar el apoyo inicial y sigue promoviendo su mensaje a través de videos y exposiciones educativas en su centro de visitas de la bahía de Lamlash.

"Cuando mostramos a la gente las maravillas que muchos piensan que solo se encuentran en los mares tropicales, se dan cuenta de que hay cosas en nuestra propia casa que deben ser protegidas”, explica Stark. "Podemos mostrar a la comunidad el cambio. Las fotografías e imágenes submarinas son esenciales. Una imagen vale más que mil palabras”. 

El aumento de la vida marina en las aguas que rodean la zona de exclusión de pesca también ha facilitado el apoyo de las comunidades pesqueras, según Wood. Algunos pescadores vieron inicialmente con preocupación la pérdida de una zona de pesca y temieron nuevas restricciones. Una vez establecida la zona, todavía se produjeron algunas incursiones de "piratas”, que faenaban sin luces, con la esperanza de no ser detectados, pero ahora parecen haber cesado.

Alistair Sinclair es coordinador de la asociación mercantil nacional de pescadores con nasas (del inglés, Scottish Creel Fishermen's Federation, SCFC). Dice que su organización apoya la creación de zonas similares en toda Escocia porque "todos se benefician”, desde los pescadores hasta las comunidades locales, pasando por los pescadores de recreo y los buceadores. 

"Ahí es donde tenemos que empezar. Por las futuras generaciones de pescadores, sus comunidades y por el sector de servicios, cuyo sustento depende de la industria pesquera”, dice Sinclair.

Un informe de 2020 de la organización internacional de conservación marina Oceana, muestra que de las diez especies más importantes desde el punto de vista económico en aguas del Reino Unido, solo tres se pescan de forma saludable y sostenible. El buey de mar y el bacalao del Atlántico fueron clasificados como sobrepesca crítica.

Trampas de pesca con nasa en un muelle de piedra en la bahía de Lamlash.
La Federación Escocesa de Pescadores con nasa está a favor de las zonas de exclusión de pesca de tres millas a lo largo del litoral, como forma de proteger su medio de vida. Imagen: Richard Baynes

Reservas para las generaciones futuras

SFCF, COAST y otras entidades están haciendo campaña para la introducción de una nueva área de tres millas en toda Escocia. De este modo, se detendría la pesca de arrastre de bajura y el dragado de mariscos. Pero muchos pescadores se oponen a ello.

La Federación Escocesa de Pescadores cree que la restricción no contribuirá a la sostenibilidad de las poblaciones de peces y que, en lugar de una prohibición general, deberían protegerse zonas o elementos marinos concretos cuando haya evidencias científicas de que es necesario.

Pero Sinclair, que hace campaña a favor del área de tres millas, afirma, que "la gente se queja de que los peces están desapareciendo en la costa escocesa”.

"Esto se debe a la pesca de arrastre. Será posible seguir extrayendo de la costa hasta que no quede nada en ella”, añade. La esperanza es que con más medidas de protección, inspiradas en el trabajo de Howard Wood, Escocia pueda conservar vida marina en el litoral para las generaciones futuras.