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Reforma constitucional aspira a recortar poder militar en Turquía

12 de septiembre de 2010

Ya los primeros sondeos a pie de urna revelaron un amplio respaldo al ''sí'' en el referéndum de este domingo sobre una reforma constitucional dirigida, entre otras cosas, a reducir la influencia de los militares.

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Erdogan deposita su voto.Imagen: AP

Amplio fue el respaldo que los ciudadanos turcos brindaron a la reforma constitucional, según quedó de manifiesto desde los primeros recuentos. Casi 50 millones de votantes habían sido convocados en Turquía para responder a la propuesta del Gobierno: modificar 26 artículos de la Constitución de los años 80. Dicha Carta Fundamental fue promulgada por los militares golpistas que se tomaron el poder en el país hace exactamente 30 años, y se mantenía en su mayor parte vigente hasta el día de hoy.

Pugna entre laicistas y religiosos

Los puntos centrales de la reforma constitucional apuntan a fortalecer las instituciones democráticamente legitimadas, frente a los militares. Pero la consulta popular representó en realidad también un nuevo round en la permanente disputa por el poder entre la antigua elite kemalista, de orientación laicista, y el partido gobernante actualmente, el AKP, de tendencia musulmana-conservadora. Su jefe, el primer ministro Recep Tayyip Erdogan, recorrió el país por semanas pidiendo apoyo para su proyecto reformista.

Por su parte, casi todos los partidos de oposición habían llamado a votar “no”, comenzando por el partido kemalista-socialista CHP. Su nuevo líder, Kemal Kilicdaroglu, advirtió que el AKP de Erdogan se volvería más poderoso aún con las proyectadas modificaciones a la Constitución.

La piedra de toque: el sistema judicial

Detrás de todo esto está la pugna en torno al sistema judicial. Dicho de manera simplificada, la reforma constitucional apunta a incrementar la influencia del parlamento en el nombramiento de altos magistrados y fiscales, y a reducir la que tenían hasta ahora las antiguas elites kemalistas en el ámbito judicial.

El primer ministro Erdogan argumentó que también en muchos países de la Unión Europea los parlamentos toman parte en la selección de los máximos jueces, y subrayó que una Turquía moderna necesitaba la reforma constitucional. Más aún: aseguró que dichos cambios redundarán en que “se simplifique considerablemente para Turquía el camino hacia la Unión Europea y hacia el mundo moderno”.

Respaldo de la Unión Europea

Erdogan también ha contado con el respaldo de Bruselas: la Unión Europea calificó la reforma constitucional de “paso en la dirección correcta” y alabó especialmente algunos puntos del proyecto: por ejemplo, la creación de una instancia a la que los ciudadanos pueden acudir para presentar sus quejas, la reducción de competencias de los tribunales militares y el fortalecimiento de los derechos del niño.

Todos estos puntos contaron, de seguro, con la aprobación de la mayoría de los turcos. El hecho de que la opinión pública se haya mostrado dividida antes del referendo obedeció a que sólo se podía votar las propuestas “en paquete”, incluyendo la controvertida reforma judicial, pero eso a todas luces no fue obstáculo para que se aprobara la mayor reforma de las últimas décadas en Turquía.

Autor: Steffen Wurzel / Emilia Rojas

Editor: Pablo Kummetz